Resumen: Los sacos anales del perro son dos estructuras anatómicas localizadas de forma ventrolateral a ambos lados de la abertura anal. Almacenan un fluido que es drenado al exterior durante la defecación, lubricando en cierta medida el bolo fecal. Son unas estructuras algo olvidadas e infravaloradas a nivel clínico, pero con una repercusión en la salud y en el bienestar del animal que a menudo pasan desapercibidas a no ser que se instaure una patología, la denominada enfermedad del saco anal (ESA). Esta enfermedad comprende varios estadíos en el perro, desde la saculitis y formación de abscesos hasta la impactación. Es una patología frecuentemente recidivante, ya que un perro está predispuesto a padecerla a lo largo de su vida, siendo más prevalente en los perros de tamaño pequeño. Ante la complejidad de abordar la patología instaurada de estas estructuras vesiculares de origen ectodérmico, en el que participan bacterias presentes en el fluido y se producen cambios histopatológicos, se comprende que esta tesis doctoral sea necesaria y que haya sido vertebrada en tres estudios: anatómico, histológico y microbiológico. Para el estudio anatómico se procedió a la disección regional de la región anal de algunos perros para verificar la ubicación de los sacos anales. Con otros animales se obtuvieron medidas de la profundidad del saco y de la angulación de desembocadura del conducto excretor para poder simular su localización virtual en la región anal. Con la sospecha de que una determinada conformación anatomómica favorecía la enfermedad del saco anal, se estudiaron perros con diferentes conformaciones del periné, junto con el estudio de otras particularidades, como la forma e implantación de la región coccígea, obteniéndose dos perfiles de periné distintos, uno más propenso a la enfermedad que el otro. Profundizando en el control nervioso y en la liberación al exterior del fluido almacenado, se obtuvieron datos importantes que modifican lo que hasta ahora estaba confirmado; los sacos anales pueden liberar su contenido durante la defecación, en el reflejo de huida o amenaza y de forma iatrogénica durante la sedación/anestesia general; además determinados perros en el acto de marcaje pueden liberar parte del contenido almacenado al aumentar la presión abdominal en el animal, sobre todo cuando el fluido era de consistencia líquida. Se ha visto que la fluidodinámica y la reología son claves, junto con la neurología, para comprender la liberación del fluido al exterior. Un fluido más viscoso hasta llegar a una consistencia casi sólida no puede expulsarse al exterior, por ninguna de los mecanismos anteriormente citados y se considera clínicamente impactado. Un fluido de este tipo ya no cambia su consistencia, por lo que el drenaje veterinario es imprescindible para expulsar el fluido al exterior y evitar daños mayores o infecciones. El estudio histológico, se estructuró en dos subapartados, uno de valoración de la histología de los sacos anales, de perros libres de la enfermedad del saco anal y otro donde se realizó un estudio micromorfométrico del saco anal, donde se midieron las capas que componen la pared del saco y además, los valores del área y perímetro del mismo. La histología confirmó el patrón de capas propuesto por otros autores, donde la pared del saco anal está constituida por cinco bien diferenciadas, que desde el lumen a la pared del saco son: epitelial, subepitelial, glandular, subglandular y muscular. Se observó distinto grado de dilatación del saco anal, así como distinto grado de distribución no uniforme de las glándulas apocrinas a lo largo de la pared del saco. Además, como hallazgos histopatológicos interesantes, se observó presencia de inflamación de leve a moderada, crónica y normalmente de distribución multifocal, posiblemente asociadas a procesos de saculitis subclínicas acontecidas a lo largo de la vida del animal y fundamentalmente localizados en la capa subepitelial. En este capítulo también se estableció una relación con la micromorfometría, que de forma general verificó la relación entre el valor del área y el grosor de la pared del saco. Según este resultado, el grosor de la pared del saco es inversamente proporcional al área, que determina el grado de dilatación del saco anal; además se observó una correlación lineal significativa entre el grosor de la pared del saco anal y las capas subepitelial, y subglandular. En relación al estudio microbiológico, se profundizó primero en caracterizar organolépticamente el fluido, sobre determinadas características como el color y la consistencia y relacionarlos con las bacterias presentes en el fluido que fueron debidamente identificadas. Los aspectos abordados en este estudio se llevaron a cabo tanto en animales libres de la enfermedad del saco anal (grupo Control) como en animales con la enfermedad del saco anal instaurada (grupo ESA), donde además se compararon el tipo de bacterias encontradas y el número de UFC/ml en un intervalo de tiempo concreto, en dos drenajes del fluido separados 21 días. Se llegó a la identificación bacteriana, por géneros bacterianos, gracias al cultivo en medios enriquecidos y la utilización posteriormente de un medio cromogénico, logrando el aislamiento e identificación de bacterias Gram+ y Gram-. Como resultados más relevantes se observó que en el grupo Control el número de bacterias presentes en el fluido en general fue menor que en el grupo con la enfermedad y que los géneros más frecuentemente identificados en ambos grupos estudiados fueron Enterococcus, E.coli y Proteus, a menudo de forma conjunta en el mismo animal. En cuanto al grupo de enfermos (grupo ESA), se observó bastante heterogeneidad en los aislamientos bacterianos, aunque la bacteria más comúnmente encontrada, tanto en crecimiento único como en asociación con otras bacterias fue el género Enterococcus, incluso tras el segundo drenaje a día 21; este hallazgo fue importante ya que es una bacteria considerada como beneficiosa, lo que respalda el hecho de que en algunos tratamientos sea administrada como probiótico. También se obtuvieron resultados interesantes dentro del grupo ESA, como la relación de las variables color y consistencia con el crecimiento bacteriano; siendo la consistencia una variable con significación estadística en el grupo ESA el día 1, reforzando la idea de que esta característica organoléptica no se debe ignorar en los individuos enfermos. En algunas de las muestras también se realizó una identificación bacteriana de forma automatizada para llegar a nivel de especie, dando como resultado la identificación de determinadas bacterias potencialmente zoonóticas, como fue Enterococcus faecalis, dato a tener en cuenta en la profilaxis higiénico-sanitaria de los sacos anales.