Resumen: El lince ibérico llegó a estar al borde de la extinción, pues se censaron menos de 100 individuos en el año 2004. Es por ello que surgió la necesidad de crear programas para su conservación, como el programa de cría, para el cual es necesario conocer cómo es la reproducción de este animal. Una de sus características fisiológicas más importantes, y que determina cómo se desarrollan tanto las técnicas de monitorización de los individuos a nivel reproductivo, como las técnicas de reproducción asistida, es la persistencia de cuerpos lúteos de forma fisiológica, que pueden permanecer en el ovario varios años. Los cuerpos lúteos persistentes liberan de forma continua progesterona, sin embargo, permiten que la hembra vuelva a ciclar mediante su involución funcional temporal. Los mecanismos de este proceso continúan en estudio y con ello, la mejora de las técnicas de monitorización y de reproducción asistida. Como ha quedado reflejado en estos últimos años, gracias a estos conocimientos y a la aplicación de las diferentes herramientas que conforman los programas de conservación, el lince ha descendido en la lista de la UICN de categoría de “en peligro crítico” a “en peligro”, pues el número de ejemplares ha aumentado significativamente.