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TAZ-TFG-2021-1119
Rotura del ligamento cruzado anterior y resolución quirúrgica mediante avance de la tuberosidad tibial y osteotomía modificadora de la meseta tibial
Resumen: La rotura del ligamento cruzado anterior es una de las principales patologías del miembro posterior en perros, siendo una de las causas más frecuentes de claudicación y de artrosis degenerativa secundaria en la rodilla. Su etiología es multifactorial, pero generalmente se produce como consecuencia de una enfermedad degenerativa a nivel de dicho ligamento, y es mucho más frecuente en perros de razas medianas y grandes. Clínicamente cursa con cojera de grado variable dependiendo del tipo de rotura y con el tiempo desencadena una osteoartritis. Para su diagnóstico son fundamentales los datos de la anamnesis, el examen clínico, y el examen radiológico. No obstante, existen otras técnicas de diagnóstico por imagen, como la artroscopia, que también pueden ser de gran utilidad. Algunos autores defienden la utilización de métodos conservadores para la resolución de esta patología, que consisten en la administración de antiinflamatorios y la restricción de movilidad. Sin embargo, cada vez más veterinarios optan por el tratamiento quirúrgico, puesto que permite recuperar la funcionalidad de la rodilla, reestablecer su estabilidad durante la marcha y frenar la progresión de la osteoartritis. Para ello existen numerosas cirugías, algunas de las cuales se basan en reestablecer la función del ligamento lesionado y otras se basan en la modificación de la biomecánica de la rodilla. En cuanto a estas últimas, dos de las técnicas más utilizadas son el avance de la tuberosidad tibial (TTA) y la osteotomía modificadora de la meseta tibial (TPLO). Ambas tienen el objetivo de eliminar la traslación craneal de la tibia durante la marcha, pero la TTA lo consigue avanzando la tuberosidad tibial hasta alcanzar un ángulo de 90º entre el ligamento rotuliano y la meseta tibial, y la TPLO lo consigue mediante la modificación del ángulo de la meseta tibial.