Resumen: Las mujeres españolas de posguerra no fueron, como es lógico, un grupo homogéneo, pero tampoco fueron, a diferencia de lo que se ha venido proyectando desde la historiografía tradicional, un grupo apolítico e inactivo. Lo cierto es que, a pesar de las dificultades propias del primer franquismo, tales como la represión, la autarquía y la lucha por la supervivencia diaria, muchas fueron las mujeres que se opusieron a la dictadura. Y lo hicieron de múltiples formas, tanto individual como colectivamente, de manera consciente o inconscientemente, pero siempre con un elemento en común: lo personal se convirtió en político. Una oposición política que es estudiada en el presente trabajo desde dos conceptos clave en historia contemporánea: las “resistencias cotidianas” y las “culturas políticas”. Ambos desde una perspectiva de género, ya que estas mujeres, en contraste con el relato hegemónico de la oposición antifranquista protagonizado exclusivamente por sujetos varones, desarrollaron una determinada oposición femenina a la dictadura de Franco, que no venía a apoyar a la masculina, sino a complementarla.