Resumen: La tragedia Medea, de Séneca, es una de las más conocidas y celebradas de su autor. Inspirada en su homóloga euripidea, la versión de Séneca potencia el lado más siniestro y macabro de la hechicera de la Cólquide, presentándola como una bruja poseída por la ira. La faceta hechiceril y monstruosa de Medea queda expuesta en una larga escena de magia negra en la que, frente al público, Medea convoca a las fuerzas del inframundo y a su señora Hécate para que la asistan en su venganza. El presente trabajo supone un análisis y comentario de esta escena, así como una comparación entre dos producciones teatrales recientes de la Medea senecana, para contraponer distintas maneras de llevar al escenario este ritual de magia negra.