Resumen: La moda va unida a una evolución social e histórica, y ofrece un nuevo contexto para comprender la pintura del pasado. El pintor valenciano Joaquín Sorolla y Bastida (1863-1923) tuvo una gran sensibilidad para plasmar las novedades que se produjeron en la indumentaria femenina a lo largo de su tiempo. Durante la transición del siglo XIX al XX, concretamente durante el periodo conocido como Belle Époque (1871-1914), se dio un desarrollo del atuendo femenino que posibilitó un papel más activo de la mujer en la sociedad. Este cambio fue promovido por el diseñador Paul Poiret y se basó en la eliminación del corsé como prenda de ropa interior. Joaquín Sorolla plasmó este hecho en sus retratos femeninos realizados entre 1890 y 1920, creando un verdadero catálogo de vestidos y complementos, y actuando como un auténtico cronista de moda.