Resumen: Tradicionalmente, a la hora de administrar nuestras finanzas, las cuestiones fiscales se solían dejar en un segundo plano. La atención se centraba en meras cuestiones financieras, considerando lo fiscal como algo que podría solventarse una vez realizada la actividad de inversión. Este tipo de actuaciones se sostenían en el hecho de que las distintas normativas fiscales eran, entonces, más sencillas de aplicar e interpretar. Ahora en un sistema económico más desarrollado donde una persona física se enfrenta en una misma transacción con la incidencia de varios impuestos, es donde aparece la oportunidad de plantearse una alternativa al enfoque ex - post, en el cual hasta que la información y los datos no se producen no tomamos posiciones al respecto, y anticiparse de cara a poder planificar decisiones futuras. Como persona física residente en territorio español son principalmente dos los impuestos que tienen un impacto fiscal notable y que van a ser analizados a lo largo de esta investigación, siendo éstos el Impuesto sobre la Renta de las personas físicas (en adelante, IRPF) y el Impuesto del Patrimonio (en adelante, IP)