Resumen: Se ha descrito una prevalencia del TDAH en población penitenciaria del 25% a nivel mundial. Tener TDAH no implica necesariamente cometer delitos, sin embargo estas personas presentan mayor impulsividad, labilidad emocional y una falta de organización que afecta a su ámbito laboral, social y familiar. El diagnóstico y tratamiento en etapas iniciales de la vida reduciría las posibilidades de acabar en prisión y en la edad adulta, disminuiría el riesgo de reincidencia en los delitos cometidos. OBJETIVOS: describir una muestra de población penitenciaria diagnosticada de TDAH, investigar la presencia de grupos clínicos de especial intervención y evolución clínica y comparar con el resto de internos si tienen características penales, psicosociales, médicas y evolutivas singulares. MATERIAL Y MÉTODOS: estudio descriptivo y analítico retrospectivo de casos- controles en el Centro Penitenciario de Daroca (Zaragoza). Se estudian como casos 33 individuos que cumplen criterios del DSM-V de TDAH y como grupo control, personas con psicosis, trastornos de internalización y sin trastornos mentales en medio penitenciario. RESULTADOS: hemos estudiado 154 pacientes separados en cuatro grupos clínicos con una edad media de 36 años y que cumplen condenas de más de 12 años de promedio. Los pacientes con TDAH presentan una alta comorbilidad, peor funcionalidad, una estancia en prisión más larga que la que cabría esperar por el delito cometido y un abuso de substancias mayor y a una edad más temprana que el resto de internos, lo que empeora la evolución del trastorno y de su estancia en prisión. CONCLUSIONES: el desarrollo de estrategias para un diagnóstico y tratamiento precoz en los pacientes con TDAH evitaría en gran medida la gravedad y reincidencia de los delitos cometidos.