Resumen: En la actualidad un 15-25% de los pacientes con dolor crónico presenta dolor neuropático, siendo la neuropatía diabética dolorosa y la neuralgia postherpética los síndromes más prevalentes. La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) define el dolor neuropático como aquel causado por una lesión o enfermedad que afecta al sistema somatosensorial. Esta lesión origina una serie de cambios desadaptativos en las neuronas que forman parte de la vías ascendentes y descendentes de transmisión nociceptiva. Aunque el tratamiento basado en los mecanismos de producción del dolor es aceptado como teóricamente mejor que el tratamiento basado en la causa, constituye un paradigma difícil de aplicar en la práctica clínica. Las líneas de tratamiento no están bien establecidas, pero la revisión de las últimas guías de práctica clínica y los ensayos clínicos más recientes nos permiten incluir como primera línea de tratamiento los antiepilépticos gabapentina y pregabalina, los IRSN (duloxetina/venafaxina) y los antidepresivos tricíclicos, siendo fármacos de segunda línea el tramadol, el parche de lidocaína al 5% y el parche de capsaicina al 8%. Finalmente, los opioides mayores, como consecuencia de sus efectos secundarios, constituirían la tercera línea de tratamiento. Mención aparte merece la carbamacepina como primera indicación en la neuralgia del trigémino. El tratamiento deberá individualizarse según las características propias de cada paciente, basándose en la eficacia y el perfil de efectos secundarios de los fármacos.