Resumen: Debido a diversas causas, como el aumento de la edad materna o la mayor utilización de métodos contra la infecundidad, se ha producido un incremento de los nacimientos pretérmino. Los grandes prematuros, de menos de 32 semanas de gestación, dada la inmadurez funcional que presentan, no están listos para adaptarse a la vida extrauterina y deben ser atendidos en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. Durante el ingreso y a causa de su prematuridad, el recién nacido será alimentado primero por vía intravenosa o mediante sonda nasogástrica, y después, cuando sea posible, será amamantado, ya que la leche materna destaca por sus múltiples beneficios. En concreto, en grandes prematuros la lactancia materna (LM) consigue una mejoría de la supervivencia y menores tasas de morbilidad (retinopatía, enterocolitis necrosante…). Sin embargo, la instauración de la LM supone un gran reto para estas madres, por lo que es fundamental contar desde el principio con un ambiente de apoyo y con la información necesaria para conseguirla.