Resumen: Se propone una definición y una metodología para la medición de la estabilidad financiera. La definición considera la pérdida para los acreedores bancarios, la concentración de tal pérdida y la probabilidad de ocurrencia de una crisis bancaria. La metodología se basa en el Contingent Claims Analysis. Considera contratos incompletos, riesgo endógeno y heterogeneidad de los participantes. La inestabilidad se mide en términos potenciales y se considera como inestabilidad transmitida a los acreedores. Se analizan los efectos en la estabilidad financiera de los diferentes tipos de retribuciones directivas suponiendo que el directivo intenta maximizar el valor actual de su retribución total. Se concluye que prácticamente ningún tipo de retribución variable es compatible con la estabilidad financiera en el sistema bancario.