Resumen: Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de mortalidad en los países desarrollados. Pese a que se han producido grandes avances en el tratamiento de los factores de riesgo cardiovascular modificables, existe un importante grupo de pacientes que sigue teniendo un alto riesgo cardiovascular (RCV) residual. En este trabajo se ha realizado una búsqueda bibliográfica para evaluar la importancia del RCV residual en las patologías aterogénicas y sus opciones terapéuticas. Para ello, se ha realizado una división de este en tres componentes principales: el riesgo residual inflamatorio, el riesgo residual trombótico y el riesgo residual metabólico. En lo relativo al riesgo metabólico, el cLDL sigue siendo el objetivo primario a la hora de reducir el RCV. Sin embargo, cabe destacar la relevancia de otras partículas lipídicas que son culpables del riesgo residual. Entre ellas, la Lp(a) ha demostrado estar relacionada con el RCV, y aunque su tratamiento sea un tema de controversia, parece útil determinarla en algunas situaciones clínicas concretas. Además, la medición de otros parámetros como el c-no-LDL o la apoB ha demostrado una mejor correlación con el RCV que el nivel de cLDL. Al respecto de la diabetes mellitus se han revisado distintas estrategias terapéuticas (iSGLT-2 y GLP-1) que disminuyen la tasa de ECV. Dentro del riesgo residual inflamatorio destaca por su potencial el tratamiento anti-IL-1β, en especial con Colchicina. Se ha realizado una búsqueda bibliográfica de 15 meta-análisis, que concluye que la incidencia de eventos cardiovasculares mayores es significativamente menor en los pacientes tratados con Colchicina. Además, existen otras líneas de investigación sobre fármacos anti-TNF-α, anti-IL6, Metotrexato, y sobre otras nuevas y prometedoras posibilidades terapéuticas como anti-CD28CD80 y anti-CTLA4-CD80/86. Respecto al riesgo residual trombótico, se han revisado distintos ensayos sobre el equilibrio riesgo-beneficio de alargar la doble antiagregación en pacientes con síndrome coronario agudo, de administrar Rivaroxabán a dosis bajas en pacientes con síndrome coronario agudo, o del beneficio de la antiagregación como prevención primaria.