Resumen: Este trabajo alude al desarrollo de la motricidad y cómo afecta en el aprendizaje infantil del alumnado del último curso de Educación Infantil. En el desarrollo motórico de un niño tienen repercusión aspectos lingüísticos, sociales y afectivos. Asimismo, el movimiento y el juego promueven un aprendizaje más dinámico y motivado favoreciendo la adquisición de conocimientos, como es en el caso de la grafía y las matemáticas. Además, la motricidad afecta favorablemente a la expresión de ideas y sentimientos. Las competencias obtenidas mediante el movimiento y los desplazamientos en el espacio incentivan las habilidades sociales, matemáticas, lingüísticas, la expresión corporal, el respeto hacia los demás y la convivencia. Para una buena práctica motriz en el aula, es clave la formación del docente en contenidos motrices. Su criterio para evaluar el desarrollo motor de sus alumnos debe sustentarse en una observación fiable y precisa. Así pues, las sesiones que se diseñan para llevar a cabo en el aula reflejan contenidos apropiados de la motricidad que permiten desarrollar los dos subtipos de habilidades motoras básicas. Por ello, el aprendizaje del niño de las diferentes áreas curriculares se puede relacionar la práctica motora.