Resumen: Charlotte Perkins Gilman y Angela Carter, aunque separadas por un siglo de diferencia, se posicionan como activistas progresistas de un movimiento feminista que se opone al modelo más tradicional existentes en sus distintos periodos históricos. En línea con esta ideología más liberal que gira alrededor de una autodefinición de la mujer se crean sus respectivos relatos: The Yellow Wallpaper; (1892) y The Bloody Chamber (1979). Los elementos que definen a la literatura Gótica se subvierten en el Gótico femenino por ambas autoras, con la intención de crear discursos impregnados por una denuncia social, ya sea de forma argumentativa, temática o estilística. Como primer movimiento literario que logra una representación respetable de la autonomía y sexualidad femenina, este promueve el destronamiento de las ideas patriarcales impuestas sobre la mujer y permite que ellas escriban sus propias historias Por consiguiente, el propósito de este Trabajo Final de Grado es revisar los elementos pertenecientes al Gótico femenino de las dos historias ya mencionadas, así como su relevancia en los contextos del feminismo de los siglos XIX y XX, además de realizar un análisis de cómo las autoras presentan las consecuencias dañinas de la propia implicación de la mujer en su opresión.