Resumen: La hemorragia intracraneana del recién nacido constituye uno de los factores predominantes a tener en cuenta, tanto en lo que se refiere a morbimortalidad del período neonatal, como en la aparición posterior de secuelas. En la actualidad, el interés primordial se dirige a las medidas profilácticas de su presentación, así como al conocimiento de su etiopatogenia. En múltiples ocasiones coexisten hipoxia y trauma en el parto, pudiendo resultar difícil atribuir a uno u otro una sintomatología determinada. En esta revisión se describen los tipos de hemorragias posibles en función de su topografía y su posible relación con el trauma obstétrico.