Influencia del ángulo tarsal en el esparaván del caballo pre de tres años

Llorca Miravet, Miguel Carlos
Blas Giral, Ignacio de (dir.) ; Vázquez Bringas, Francisco José (dir.)

Universidad de Zaragoza, 2016


Resumen: La osteoartritis (OA) de las articulaciones distales del tarso es un proceso patológico muy frecuente por lo que ha sido objeto de abundantes revisiones y estudios que lo caracterizan. No obstante hay escasos trabajos previos que estudien cómo puede afectar el ángulo tarsal y la conformación de esta región en su aparición, ciñéndose exclusivamente a razas como el caballo Islandés. Tradicionalmente se ha considerado que los animales con bajos ángulos tarsales en vista lateral son propensos a padecer esta enfermedad. Puesto que algunos trabajos parecen indicar que los caballos de Pura Raza Española (PRE) suelen tener ángulos tarsales pequeños se ha diseñado un estudio para poder confirmar o no esta creencia y valorar su posible relación con la presencia de esparaván en ejemplares jóvenes de esta raza. Además, al igual que se ha hecho en otras razas, se pretende caracterizar clínica y radiológicamente esta enfermedad en ese tipo de animales, valorando también algunos aspectos biocinemáticos de su locomoción. Se han seleccionado y estudiado en las propias explotaciones ganaderas, a 25 potros y potras PRE entre 36 y 48 meses de edad con un nivel de ejercicio propio de recién desbravado o iniciación a la doma. A estos animales se les han determinado su ángulo tarsal (al tiempo que se estudiaba su conformación tarsal) mediante procedimientos estáticos (fotogramas con el animal cuadrado) y procedimientos dinámicos (fotogramas en media estancia mediante videocinemática al paso) para aplicar sobre ellos un programa de cálculo de ángulos. A cada animal se le ha realizado un examen subjetivo de locomoción que incluye observación al trote en línea, trote en círculo y resultado a la flexión global de cada extremidad, tras lo cual se procedió a realizar un examen radiológico del tarso. Finalmente se estudiaron los ángulos de protracción, retracción y rango de movimiento articular de sus extremidades posteriores mediante videocinemática en dos dimensiones. En la población estudiada se obtuvo un ángulo tarsal estático de 148,42 ± 2,65° y un ángulo tarsal dinámico de 149,25 ± 2,62°. No se observaron diferencias estadísticamente significativas entre ambos métodos de determinación del ángulo tarsal (p=0,107). La consistencia de la medición del ángulo tarsal dinámico fue alta, con un coeficiente de correlación intraclase alto y significativo (ICC=0,850; p<0,001). El 60% de los animales estudiados presentaron esparaván (signos radiológicos compatibles con OA en alguna de las articulaciones distales del tarso de alguna de sus extremidades). De ellos, el 66,7% presentaban lesión bilateral (40% del total) y un 33,3% (20% del total) solo esparaván unilateral. El 56% de los animales presentaron lesión en la articulación tarsometarsiana (TMT) y el 32% en la articulación centrodistal (CD), mientras que el 28% presentaba lesión en ambas zonas a la vez. La localización de las lesiones se centró en el aspecto dorsolateral (48%) y dorsal (36%) del tarso, solo apareciendo un 16% de lesiones en la cara dorsomedial. La graduación radiológica de los animales con lesión correspondió mayoritariamente, tanto en la TMT (90,9%) como en la CD (90,9%) a la categoría 1, no encontrándose en ningún caso categoría 3. Se observaron en el total de animales un 20% de cojeras al trote en línea recta, un 56% al círculo y un 27,2% a la flexión global de la extremidad posterior, caracterizándose una graduación en cada una de ellas de tipo 1 en el 100%, 81,3% y 50%; y del tipo 2 en el 0%, 18,7% y 50% respectivamente. No se apreciaron cojeras de graduación mayor a tipo 2. En relación a la conformación tarsal en vista lateral, el 60,9% de animales eran quebrados de corvejones, y el 39,1% remetidos de detrás, así como en vista caudal el 30,4% eran normales, el 43,5% cerrados de corvejones y el 26,1% valgus, es decir, ninguno de los animales incluidos en nuestro estudio tenía una conformación perfecta de los corvejones. El 27,3% del total de animales presentaban signos radiológicos y cojera simultáneamente, el 31,8% solo signos radiológicos (sin cojera concomitante) y el 40,9% no presentaron cojera ni signos radiológicos. No se observaron cojeras sin signos radiológicos. Nuestros resultados mostraron que no existían diferencias estadísticamente significativas entre el ángulo dinámico tarsal ni entre las extremidades cojas y sanas, ni entre los animales con y sin esparaván, en ninguna de las tres pruebas clínicas realizadas. Asimismo se observó que no existen diferencias significativas entre el ángulo tarsal dinámico de las extremidades sanas frente a las lesionadas para ninguna de las lesiones radiológicas articulares, determinando que no existe una relación significativa entre el ángulo tarsal y la aparición de lesiones radiológicas. Los resultados determinaron que no existían diferencias significativas en las conformaciones de quebrado y remetido de corvejones en relación a sus ángulos tarsales en vista lateral. No pudimos determinar una mayor presentación de cojeras a la flexión en relación a ninguna conformación o asociación de conformaciones. Los resultados indicaron que a pesar de no existir una relación significativa entre la aparición de signos radiológicos de OA de las articulaciones distales del tarso con la conformación valgus tarsal para cada extremidad, sí que se apreció una tendencia a padecer OA en las extremidades con conformación de valgus, especialmente cuando la conformación lateral era remetida. El método videocinemático de dos dimensiones utilizado en campo para la medición de ángulos de protracción, retracción y rango de movimiento articular de las extremidades posteriores nos ha proporcionado resultados paradójicos y en muchas ocasiones contradictorios, sin poder obtener una tendencia clara que correlacione la presencia de cojera o signos radiológicos con un patrón locomotor concreto. En definitiva podemos decir que en la muestra estudiada de PRE de 3 años sin comenzar el entrenamiento, encontramos unos ángulos tarsales pequeños y malas conformaciones tarsales, así como una alta incidencia de signos radiológicos de OA distal del tarso, estando mayoritariamente localizados en la articulación TMT y en la aspecto dorsolateral del tarso. Estas lesiones fueron mayoritariamente de grado radiológico muy ligero y por lo general los animales presentaron cojeras de leve intensidad. Nuestros datos, sin embargo, no permitieron establecer ninguna asociación entre el ángulo tarsal y las características clínicas o radiológicas del esparaván.

Pal. clave: ciencias veterinarias

Área de conocimiento: Sanidad Animal

Departamento: Patología Animal

Nota: Presentado: 27 01 2016
Nota: Tesis-Univ. Zaragoza, Patología Animal, 2016

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 Registro creado el 2016-03-08, última modificación el 2019-02-19


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