La segunda piel: Tecnología, hábitos culturales y jóvenes aragoneses en la era digital

Ramos Antón, Rubén
Pac Salas, David (dir.) ; Cabrera Altieri, Daniel Horacio (dir.)

Universidad de Zaragoza, 2016


Resumen: Internet y las nuevas tecnologías de la información han modificado sustancialmente los hábitos de las personas en los últimos años. Los jóvenes, a los que se les ha bautizado como nativos digitales, han vivido estos cambios en primera persona, siendo un sector de la población que ha jugado un papel decisivo en dichos cambios. Esta investigación pretende conocer el grado en el que los consumos culturales de los jóvenes aragoneses se ven influidos y modificados por la presencia de estas tecnologías Estado de la cuestión 1. Tiempos de revolución tecnológica Los cambios tecnológicos y culturales experimentados en los últimos años, como la popularización de Internet y de la comunicación móvil, han supuesto una profunda transformación en los consumos culturales de la población en todo el mundo. En un momento en el que la sociedad se rige en torno al paradigma del informacionalismo, las tecnologías de la comunicación nos rodean completamente. Estamos atravesando una auténtica revolución, basada en la comunicación. Como ha ocurrido a lo largo de la historia cuando se ha introducido una nueva tecnología, (en este caso las tecnologías de la información y la comunicación) esta ha penetrado en el entorno social hasta saturarlo. La saturación de la tecnología en esta ocasión no puede considerarse un mera licencia literaria, la penetración ha llegado hasta tal punto que una de las principales características de las tecnologías de la información hoy en día es su ubicuidad. Una virtud que se ha multiplicado con la popularización de los dispositivos móviles de conexión a Internet por banda ancha, que en 2012 alcanzaron en todo el mundo los 1.529 millones de líneas: esto es, 22,1 líneas por cada cien habitantes del planeta. Las posibilidades que genera este desarrollo tecnológico han tenido como consecuencia la conexión continua por parte de millones de personas, que a partir de esta misma experimentan todo tipo de relaciones con sus pares. Se trata de un fenómeno que ya se empezó a vislumbrar a mediados del siglo XX, cuando Internet era todavía un proyecto subterráneo del ejército norteamericano. La necesidad de estar constantemente conectados ha venido a definirse por parte de algunos autores a través de conceptos como la cultura del always on, la hiperconectividad o incluso la tele-reclusión (con matices más negativos). 2. Los jóvenes aragoneses Uno de los sectores sociales que están sufriendo estos cambios de un modo más acusado son los jóvenes, que además se han convertido en auténticos agentes que crean tendencias en Internet. De hecho, los jóvenes que se encuentran hoy entre los 20 y los 30 años forman parte ya del concepto de Digital Natives, acuñado por Mark Prensky en 2001 en su artículo "Digital Natives, Digital Inmigrants". Algunos autores también consideran que la juventud dispone de una posición desde y a través de la cual se experimenta el cambio social y cultural. Este acceso a la información instantáneo y ubicuo, ha acelerado el proceso que ya advirtiera Postman sobre la televisión. Internet supone (más todavía que la televisión) la absoluta revelación de la edad adulta, ya que cualquier niño o joven puede acceder a cualquier tipo de conocimiento, cualquier "secreto adulto" de forma prácticamente instantánea. Ese torrencial de información pone al alcance de los jóvenes unas posibilidades de las que se había carecido anteriormente (al menos en esta magnitud y desde luego, con la rapidez que conocemos actualmente). Por este motivo, resulta interesante acercarse al modo en que los jóvenes consumen la cultura hoy en día en Aragón. Una comunidad que, por otra parte, se ha caracterizado históricamente por contar con una pirámide poblacional muy envejecida, característica que, si cabe, se ha acentuado en los últimos años. Según el Padrón Municipal, a 1 de enero de 2012, el número de jóvenes aragoneses con edades comprendidas entre los 20 y los 24 años era de 68.317 (el 5.06% de la población), mientras que entre los 25 y los 29 años alcanzaba los 83.546 (el 6.19% de la población total de la comunidad). Además de suponer un porcentaje muy reducido de la sociedad, otra característica de los jóvenes aragoneses es que prácticamente la mitad de ellos habita en la ciudad de Zaragoza (el 50,58% de los jóvenes entre 20 y 24 años y el 51% entre los jóvenes entre 25 y 29 años. El porcentaje aumenta al 55 y 56% respectivamente si tenemos en cuenta la comarca central de Zaragoza), lo que viene a reforzar lo que tradicionalmente se ha denominado macrocefalia poblacional aragonesa. Otro aspecto a tener en cuenta entre los jóvenes aragoneses entre 20 y 29 años es la importante presencia de extranjeros (21% entre 20 y 24 años y 26% entre 25 y 29), unas cifras muy superiores a las de otras comunidades autónomas y, desde luego, a las de cualquier otro momento en la historia reciente aragonesa. Despoblación, concentración en una misma ciudad, inmigración son algunas de las características de este sector de la población, a las que habría que añadirle otras más coyunturales, como la falta de expectativas que se han agravado considerablemente en estos años de crisis económica (según la Encuesta de Población Activa del cuarto cuatrimestre de 2013, el 51% de los jóvenes de menos de 25 años se encontraba en paro en Aragón). El interés de los jóvenes también radica en el hecho de que forman un colectivo específico que trasciende las fronteras de los estados tradicionales, ya que participan de una comunidad internacional de consumidores en las que se diluyen las lealtades nacionales. 3. La segunda piel de los jóvenes Si todas las tecnologías y artefactos creados por el ser humano a lo largo de su historia han supuesto la extensión de sus sentidos, las tecnologías de la información han tenido como consecuencia la entrada del hombre en la fase final de las extensiones. Esta fase tiene entre sus características que los medios eléctricos suponen la extensión del sistema nervioso central. Sin embargo, estas tecnologías están experimentando en nuestra sociedad un nuevo proceso en el que los avances tecnológicos relacionados con la información (aquellos que extienden nuestro sistema nervioso central) cada vez son más cercanos a nuestros propios cuerpos, de suerte que nos estamos convirtiendo en una especie de cyborgs , si bien alejados de aquellos que forman parte del imaginario colectivo a través de la ciencia ficción (desde una de las novelas fundacionales del cyberpunk, Neuromance, a películas mainstream como la saga Terminator, pasando por otras obras de culto, como Blade Runner). Las tecnologías de la información ya se han convertido en una segunda piel cada vez más presente en nuestros cuerpos y con una tendencia cada vez más acentuada a llegar incluso a incorporarse en ellos. Así, entre las tendencias de los próximos años, se encuentran además de las ya famosa Google glass, tatuajes electrónicos, o la wearable techonology, entendiendo la tecnología como una parte más del cuerpo. 4. Consumo cultural Entre los autores que han analizado el concepto de consumo cultural uno de los más prolíficos ha sido Néstor García Canclini, quien lo definió como "el conjunto de procesos de apropiación y usos de productos en los que el valor simbólico prevalece sobre los valores de uso y de cambio, o donde al menos estos últimos se configuran subordinados a la dimensión simbólica". El mismo autor había definido el consumo como "el conjunto de procesos socioculturales en que se realizan la apropiación y los usos de los productos. Esta caracterización ayuda a ver los actos a través de los cuales consumimos como algo más que ejercicios de gustos, antojos y compras irreflexivas, según suponen los juicios moralistas, o actitudes individuales, tal como suelen explorarse en encuestas de mercado". Siguiendo esta definición, se plantea la forma en la que los cambios tecnológicos que se han experimentado en los últimos años, que han afectado especialmente a los jóvenes, está variando estos procesos de apropiación. Entendida, además, la cultura, desde un sentido lo más amplio e integral posible: tiempo libre, lectura (libros, periódicos, revistas...), música (tanto la escuchada en sus diversos formatos como la asistencia a conciertos), museos, cine, exposiciones, teatro, espectáculos de danza o incluso representaciones de cultural tradiconal/popular, así como el juego (on-line, off-line...), deporte y en general cualquier actividad relacionada con el ocio. Los usos culturales, por lo tanto, están sufriendo una profunda modificación motivada por el cambio tecnológico. En un momento en el que se da la circunstancia de que las interfaces de ocio y del trabajo son las mismas, al mismo tiempo que el ocio no representa una liberación del trabajo, sino una extensión del mismo, lo que supone una cultura unitaria de la que todos formamos parte. Objetivos 1. Objetivo principal: Interpretar el modo en que las nuevas tecnologías de la información influyen en los hábitos de consumo cultural de los jóvenes aragoneses 2. Objetivos secundarios: 2.1 Identificar el alcance y la penetración tecnológica en las vidas de los jóvenes aragoneses.Conocer los hábitos culturales de los jóvenes aragoneses del ámbito rural y urbano 2.2 Explorar el modo en el que los jóvenes, nativos digitales, se convierten en trendsetters dentro de la socidad aragonesa, conocida su capacidad para experimentar el cambio social. 2.3. Conocer los hábitos culturales de los jóvenes aragoneses del ámbito rural y urbano

Pal. clave: tecnología y cambio social ; estudios de comunidades ; evolución cultural ; jóvenes ; tecnologías digitales ; consumos culturales

Área de conocimiento: Sociología

Departamento: Ciencias de la Documentación e Historia de la Ciencia

Nota: Presentado: 23 06 2016
Nota: Tesis-Univ. Zaragoza, Ciencias de la Documentación e Historia de la Ciencia, 2016

Creative Commons License





 Registro creado el 2016-09-22, última modificación el 2019-02-19


Texto completo:
Descargar el texto completo
PDF

Valore este documento:

Rate this document:
1
2
3
 
(Sin ninguna reseña)