Resumen: Se dice que el ser humano es un ser racional. Sin embargo, las emociones provocan impulsos en el comportamiento humano y los expertos del sector del marketing y la publicidad se aprovechan de ello para llegar al consumidor y manipular su comportamiento de compra. Una de las emociones que se suele explotar es la lujuria, es decir, se apela al interés sexual como una herramienta de persuasión para dirigir el interés del público hacia un producto particular, con la finalidad de fomentar su interés por el mismo y aumentar su intención de compra, generalmente recurriendo al uso de la mujer como reclamo sexual. No obstante, esta estrategia comunicativa, al contrario del pensamiento general, no resulta tan efectiva como se cree y no puede ser utilizada para vender cualquier tipo de producto. Este estudio exploratorio sobre el uso de la lujuria y de la mujer como reclamo sexual en la publicidad así lo demuestra.