Resumen: La espondilitis anquilosante (EA) es una enfermedad inflamatoria de evolución crónica que afecta fundamentalmente al esqueleto axial. Con frecuencia, también involucra articulaciones periféricas y estructuras extraarticulares. A nivel global, su prevalencia oscila entre el 0,1 % y el 1,4 %. La etiopatogenia de la enfermedad es desconocida, se sabe que el HLA B-27 es importante para el desarrollo de la misma, ya que cerca del 90% de los enfermos son B27 positivos. Las primeras manifestaciones de la enfermedad suelen advertirse al comienzo de la edad adulta; siendo el dolor lumbar de características inflamatorias el síntoma inicial. Cursa en forma de brotes alternados con periodos de remisión clínica. Un diagnóstico preciso requiere conocer las características clínicas y radiológicas típicas de la enfermedad para distinguirla de otras espondiloartropatías. Las alteraciones radiológicas aparecen tardíamente, suponiendo un retraso en el diagnóstico; por ello, actualmente se tiende a hablar de espondiloartritis axiales, que pueden diagnosticarse precozmente en base a criterios clínicos, genéticos y de resonancia magnética. Para valorar la actividad de la enfermedad se dispone de distintos índices, siendo el más empleado el BASDAI, que juega un papel importante tanto en la indicación como en la respuesta al tratamiento. En la actualidad el tratamiento se basa en antiinflamatorios no esteroideos (AINE), reservando los inhibidores de TNF-α para las formas graves.