Resumen: Desde la sociedad actual la tuberculosis se presenta como un problema de interés mundial. El número de infectados y de muertos por la enfermedad no consigue mitigarse, principalmente porque la actual vacuna, BCG (Bacilo de Calmette-Guérin), muestra una gran variabilidad en su eficacia. Tras la revisión bibliográfica de las diferentes líneas de investigación centradas en una nueva vacuna contra la tuberculosis, se observó una fuerte inclinación hacia MVA85A en el año 2013. A pesar de mostrar dudosa eficacia en ensayos preclínicos, pasó a ser evaluada en ensayos clínicos. En adolescentes y adultos se obtuvieron resultados que invitaban al optimismo. Sin embargo, al ser probada en bebés de 4 a 6 meses de Sudáfrica, no mostró ser inmunogénica. Por este motivo, se abrieron diferentes frentes en la investigación que intentaban mejorar MVA85A y obtener la vacuna definitiva contra la tuberculosis (búsqueda de biomarcadores que explicaran una menor respuesta, adyuvantes, asociación a otras vacunas…), sin obtenerse hasta el momento resultados tangibles. Actualmente las esperanzas están depositadas en tres vacunas interesantes por su carácter innovador (MVA85A en aerosol, MTBVAC y VPM1002).