Resumen: En la actualidad, diversas investigaciones han demostrado que los problemas conductuales guardan relación con aspectos familiares, personales y escolares del alumnado. Para prevenirlos, es fundamental dotar a los/as niños/as de una educación de calidad que sea proporcionada por la familia en coordinación con la escuela, puesto que no sólo el estilo educativo parental, el contexto, el temperamento o el apego son predictores de estas conductas. Algunos de estos elementos familiares y/o personales pueden ser considerados factores de riesgo, por lo que el profesorado puede actuar como mediador y ayudar a paliar algunos de estos aspectos. Para prevenir la aparición de problemas de conducta es importante que el/la docente se implique en actividades relacionadas con el respeto y la gestión de emociones y tenga un estilo educativo positivo. Por todo ello, a lo largo de este Trabajo de Fin de Grado, se hace hincapié en uno de los componentes de la Inteligencia Emocional: la autorregulación, para crear una propuesta de actividades de 6 a 8 años que ayude al profesorado a prevenir la aparición de problemas de conducta en cursos posteriores.