Resumen: Desde la Independencia de México, la nación despertó las ansias aventureras de multitud de europeos, especialmente de artistas, que plasmaron las impresiones de sus viajes en hermosas ilustraciones que luego difundirían litografiadas en publicaciones de diversa índole. El prototipo de los artistas viajeros será el viajero romántico, siendo una figura definitoria de este fenómeno. Estos artistas se sintieron fascinados por la naturaleza y el paisaje mexicanos, así como por las costumbres de sus habitantes. Las vistas urbanas también captaron su atención, pero sobre todo interesa su visión de las ruinas y antiguos monumentos indígenas, insólitos para su concepción occidental del arte, maravillándose ante la ciudad maya de Palenque.