Resumen: El mapa demográfico español revela un progresivo aumento del envejecimiento de la población. Este aumento de la longevidad tiene importantes repercusiones en los aspectos relacionados con la salud, el 60% de mayores de 65 años declara tener una enfermedad crónica con importante comorbilidad y tendencia a la incapacidad, lo que implica un aumento de la demanda de cuidados al sistema formal e informal. En el ámbito domiciliario la familia es la principal administradora de cuidados, pero también lo es en el ámbito hospitalario para las personas que se encuentren en situación de fragilidad y/o dependencia. Los cuidadores familiares se encargan de ayudar en las necesidades básicas e instrumentales de la vida diaria del paciente, no disponen de capacitación, no son remunerados, tienen un compromiso elevado, caracterizado por el afecto, sin límites de horarios. Llevando una sobrecarga física y emocional, que da lugar al denominado "síndrome del cuidador". Se considera una cuestión inaplazable una mejor integración de los cuidadores familiares dentro de los espacios y estructuras del sistema hospitalario. El profesional de enfermería se plantea como objetivos: elaborar e implementar un plan de cuidados al cuidador del paciente con deterioro cognitivo aplicando la metodología enfermero y ofertar una consulta de enfermería a demanda para el cuidador en atención especializada. Resultados: mejorar la calidad del cuidado para el paciente sin generar un nuevo enfermo.