Resumen: El campo de la electrónica molecular surge como una alternativa a la tecnología del silicio en la fabricación de dispositivos electrónicos, más eficaces, rápidos y eficientes de un tamaño inferior a los 5 nm mediante el uso de compuestos órgano-organometálicos. La fabricación de estos dispositivos se basa en el método “bottom-up”, en el cual se construyen estructuras a partir del ensamblaje de sus componentes atómicos y moleculares. En este trabajo se ha estudiado cómo un compuesto orgánico con interesantes propiedades (nuevo grupo de anclaje, compatibilidad con diferentes disolventes, unión eficaz a determinados sólidos, etc), es ensamblado mediante la técnica de Langmuir-Blodgett con perspectivas en la fabricación de dispositivos en el campo de la optoelectrónica. El orden nanométrico necesario para un correcto funcionamiento del futuro dispositivo se alcanza mediante la organización de las moléculas sobre una interfase aire-agua, gracias a la aplicación de fuerzas externas. La fabricación de monocapas y la transferencia a sustratos sólidos será el principal objeto de estudio en el presente trabajo. Se han empleado técnicas tanto espectroscópicas, microscópicas o electroquímicas para la caracterización, tanto de la monocapa en una interfase aire-agua como sobre un sustrato sólido. Finalmente, a partir de los resultados obtenidos se han establecido unas conclusiones junto con una perspectiva de futuro en el estudio de la molécula propuesta.