Cuidado compartido de los hijos un situación post-divorcio: experiencias en Aragón

Otea, Angela
García Ruiz, Pablo Emilio (dir.)

Universidad de Zaragoza, 2020


Resumen: La presente tesis doctoral representa una incursión en el universo experiencial del cuidado de los hijos tras el fin de la convivencia por motivo de divorcio o de separación de los padres, que han adoptado la custodia compartida como régimen de convivencia con los hijos. Se trata de una indagación sociológica sobre una práctica social novedosa, pero en continuo auge, con importantes consecuencias para el conjunto de las relaciones familiares post-divorcio y con implicaciones significativas de cara al diseño de las políticas públicas de atención a la familia. Como práctica social la modalidad del cuidado compartido cobra popularidad a partir de la aprobación en España de leyes autonómicas que la regulan de forma específica. Aragón es la primera Comunidad Autónoma que legisla al respecto.
El principal objetivo de la investigación es conocer las experiencias de cuidado y convivencia post-divorcio, a través del relato de padres y madres aragoneses que, habiéndose divorciado o separado, no han llegado a un acuerdo sobre la custodia de los hijos. Se plantean varias interrogantes sobre aspectos cruciales de la convivencia que emergen a partir del cuidado compartido como las siguientes: ¿en qué medida se cumple el ideal de igualdad entre los progenitores que promueve la ley?, ¿cómo organizan los padres los recursos para cuidado de los hijos?, ¿cómo experimentan los padres el cuidado de los hijos en un escenario de doble residencia? Y, como consecuencia de todo ello, ¿qué tipo de relaciones familiares emergen a partir del divorcio y del cuidado compartido de los hijos? Para responderlas se procede a un análisis crítico de la norma legal y a un estudio cualitativo mediante entrevistas a madres y padres aragoneses que conviven con sus hijos en régimen de custodia compartida.
El tema de estudio se ubica inevitablemente en el área de la inestabilidad familiar instalada en la sociedad a partir de los fenómenos de desinstitucionalización e individualización de las relaciones familiares. Estos comportamientos quedan reflejados en la teoría de la individualización de Beck (2003) y Beck y Beck Gernsheim (2003) que, junto a autores como Giddens (1994) y Bauman (2005), ofrecen un panorama teórico que conecta con una realidad social que refleja aquellos elementos de fragmentación y ruptura característicos del divorcio. Esta perspectiva ofrece un marco conceptual para la descripción del contexto socio- histórico de las nuevas prácticas familiares y permite la justificación de la norma legal.
Para la comprensión de la práctica de cuidado como relación, en su complejidad humana, se ha acudido a otras fuentes teóricas, en particular, al realismo crítico relacional y su enfoque morfogenético, tal como lo han desarrollado la socióloga británica Margaret S. Archer (2007, 2009) y el sociólogo italiano Pierpaolo Donati (Donati y Archer 2015). Partiendo de esta perspectiva se consideran las configuraciones familiares ante todo como una realidad relacional, es decir, “como una realidad que vincula sujetos entre sí de manera significativa” y como realidad emergente (García Ruiz, 2006:29).
Este enfoque ha permitido comprender las relaciones emergentes de cuidado partir del juego mutuo entre los condicionantes socioculturales derivados de la desinstitucionalización y la individualización de la vida familiar - y sus respuestas desde el ámbito legal e institucional - y las decisiones de los actores, en este caso parejas de padres divorciados. Estos actores definirán sus cursos de acción a partir de los factores condicionantes del entorno y al mismo tiempo bajo el impulso de sus “preocupaciones fundamentales”(Archer, 2007) y los “tipos de reflexividad” que caracteriza a sus relaciones (Donati, 2011). Mediante el proceso de doble morfogénesis los actores están trasformando sus propias relaciones y a ellos mismos a través de esta experiencia.
La ética del cuidado (Tronto, 2013; Held, 2006; Sevenhuijsen, 1996) proporciona una perspectiva desde la cual se ha podido abordar de forma crítica la relación entre lo legal y lo familiar, teniendo en cuenta las diferencias de género, la respuesta a las necesidades de los más vulnerables y una visión del cuidado como valor humano universal.
Los resultados del estudio ponen de manifiesto que el cumplimiento de la promesa de igualdad en las relaciones familiares no responde a la neutralidad de género que pretende la norma legal. Los padres varones celebran las ventajas de una atribución igualitaria de la custodia mientras que las madres subrayan su desacuerdo y muestran una aceptación resignada derivada del deber de acatar la sentencia de los Tribunales. Las preocupaciones maternas fundamentales no se expresan en términos de igualdad legal como en el caso de los padres, sino más bien en términos de cuidado y atención diaria a los hijos.
En la organización de los recursos para el cuidado de los hijos quedan patentes los conflictos de intereses entre los progenitores así como desequilibrios significativos, vulnerabilidad y desigualdades entre hombres y mujeres. Durante la travesía post-divorcio, el bienestar y la salud como recursos para el cuidado se resienten por largos periodos a causa de la dominante impronta legal en las relaciones. La lógica del cuidado que garantiza mejor el interés superior del niño queda en un segundo plano en estos momentos de crisis y discontinuidad contextual.
El cuidado compartido es un cuidado multilocal porque se organiza en diferentes escenarios domésticos. Las madres expresan con claridad su preocupación acerca de los efectos para la estabilidad de los hijos en estas condiciones de doble residencia. En algún caso, los padres varones han mostrado preocupación e interés por disminuir o compensar cualquier efecto negativo de los desplazamientos periódicos de los hijos, aunque la expresión ambigua de estas preocupaciones pone de manifiesto dilemas morales importantes, en parte influidos por el discurso legal y profesional.
Bajo el régimen de custodia compartida el cuidado de los hijos es, además, una práctica social transfamiliar y multilocal compleja que se basa en la realidad relacional de los vínculos entre los dos progenitores y sus hijos, debido a la continuidad de las relaciones entre los dos, en los vínculos familiares de solidaridad intergeneracional con la familia extensa que se reactivan en situaciones de crisis familiar, y en las relaciones de cuidado que pueden generarse a partir de las recomposiciones familiares.


Resumen (otro idioma): 

Pal. clave: familia y parentesco

Titulación: Programa de Doctorado en Sociología de las Políticas Públicas y Sociales
Plan(es): Plan 507

Departamento: Psicología y Sociología

Nota: Presentado: 02 07 2020
Nota: Tesis-Univ. Zaragoza, Psicología y Sociología, 2020

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 Registro creado el 2020-08-04, última modificación el 2021-05-20


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