Página principal > Tesis > Ansiedad como factor de riesgo de demencia global, enfermedad de Alzheimer y demencia vascular en ancianos que residen en la comunidad
Resumen: La población mundial está envejeciendo rápidamente lo que conlleva el aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas entre las que se encuentra la demencia. Dado que en el momento actual no existe tratamiento curativo, la prevención parece la única arma eficaz para la disminución de la incidencia de la demencia y sus devastadoras consecuencias. Así, el estudio de los factores de riesgo modificables de la demencia adquiere una vital importancia. Dentro de los factores de riesgo modificables se han propuesto la depresión y la ansiedad. Los trastornos de ansiedad en las personas de edad de avanzada han recibido menor atención en la literatura científica, en comparación con otros grupos etarios, disponiendo de estudios epidemiológicos limitados. La relación entre la ansiedad y la demencia no ha sido dilucidada y su estudio constituye uno de los objetivos principales de la presente Tesis Doctoral. La presente Tesis Doctoral tuvo como objetivos principales la revisión de la bibliografía y la estimación de la prevalencia de ansiedad en personas mayores en España que residían en la comunidad y/o institucionalizadas en residencias, y evaluar si la ansiedad clínicamente significativa se asociaba a un mayor riesgo de demencia global, Enfermedad de Alzheimer y demencia vascular en una cohorte de personas mayores de 55 años con base comunitaria y un seguimiento medio de 4,5 años (estudio ZARADEMP). En relación a la metodología, en primer lugar, se llevó a cabo una revisión sistemática y meta-análisis de los estudios publicados acerca de la prevalencia de ansiedad en personas mayores en España. Posteriormente, se analizaron los datos procedentes a las tres primeras olas del Estudio ZARADEMP, incluyendo un total de 4803 individuos. Se identificaron un total de 746 sujetos como casos o subcasos de demencia que fueron excluidos, dejando una muestra 4057 sujetos para el seguimiento. Se utilizaron criterios GMS-AGECAT para diagnóstico de la ansiedad y se aplicaron criterios DSM-IV para diagnóstico de la demencia y sus subtipos. Se llevaron a cabo análisis de regresión multivariante (ajustes por múltiples variables de confusión, entre las que se incluía la depresión) teniendo en cuenta el riesgo competitivo de muerte, y en el caso de la demencia vascular, se estratificó por sexo con el objeto de valorar las diferencias de perfil de riesgo según éste. Del meta-análisis llevado a cabo que incluyó 9 estudios, se obtuvo una prevalencia global combinada de ansiedad del 11% (IC 95%: 6-18%). La prevalencia puntual, a los 12 meses y a lo largo de la vida, de los trastornos de ansiedad fue del 12, 6 y 19%, respectivamente. En comparación con los no casos de ansiedad, la tasa de incidencia de demencia global fue significativamente mayor entre los casos de ansiedad (IRR= 2,77; IC 95%: 1,27-6,04). La asociación se mantuvo significativa en el análisis multivariante (SHR=2,74; IC 95%: 1,18-6,35). En el caso específico de la Enfermedad de Alzheimer, el riesgo fue casi 4 veces superior para los casos de ansiedad que para los no casos cuando se controló por todos los potenciales factores de confusión (HR: 3,90; IC 95%: 1,59-9,60). En relación a la demencia vascular, al realizarse un análisis estratificado por sexo, los casos de ansiedad tuvieron un riesgo 2,6 veces mayor cuando se controlaron todos los potenciales factores de confusión, en el grupo de hombres. No se encontró asociación entre los casos de ansiedad y la incidencia de demencia para el estrato de mujeres. Así, los resultados obtenidos destacan la elevada prevalencia de los trastornos de ansiedad en personas mayores en nuestro medio y, apoyan la hipótesis de que la ansiedad clínicamente significativa se asocia con un mayor riesgo de demencia global, Enfermedad de Alzheimer y demencia vascular (esta última en el caso de los hombres). Pese a que las relaciones causales no se pueden establecer con certeza, nuestros hallazgos podrían sugerir estudios que evaluasen si un tratamiento efectivo de la ansiedad podría prevenir o retrasar el desarrollo de la demencia y específicamente sus subtipos más prevalentes: Enfermedad de Alzheimer y demencia vascular. El perfil de riesgo diferente en función del sexo en el caso de la demencia vascular podría tener implicaciones en la prevención de esta patología.