Resumen: El consumo irresponsable de sustancias –tanto legales como ilegales- acarrea múltiples problemáticas a los individuos, siendo una de las consecuencias directas la adicción. El inicio temprano del consumo de sustancias está, cada vez, más extendido en la población joven, repercutiendo tanto en la salud (mental, física y psíquica) como en el propio individuo (ámbito social y ocio). Debido a esto, existe una gran necesidad de poner atención, a los factores de riesgo y de protección que inciden en el o la adolescente. Poseer una Inteligencia Emocional óptima le otorgara múltiples beneficios al menor, ayudándole tanto en el desarrollo y comprensión de sí mismo como de los demás y del mundo, pudiendo ser un factor de protección ante el consumo en la adolescencia. La realización de este trabajo tiene como finalidad analizar qué relación guarda el consumo de sustancias adictivas en los y las adolescentes con la Inteligencia Emocional de estos y estas, pudiendo valorar si realmente es un factor de protección ante dicha problemática.