Resumen: Urbanism postulates rules on how to build urbanized territories. It is a field of knowledge informed by the sciences, humanities, and design professions. From architecture, landscape architecture, and engineer-ing to economics, public health, policy, ecology, and hydrology, all fields and disciplines are relevant in the urbanized environment. Urbanism -comprising all these disciplines- transforms the natural ecosys-tem into a coupled human and natural ecosystem1. Since Ildefons Cerdà coined the term urbanism2, the field has transformed in different directions. Today, there are several lineages and types of urbanism3. It is a field in evolution. The profession must do two significant changes in this discipline facing social and ecological crises, which have to do with ‘disciplinary tools’ and ‘cultural motivations.’ Regarding the dis-ciplinary question, it is necessary to recover the holistic dimension -with various fields of knowledge- and incorporate the systemic ecological perspective, understanding the city as a natural and artificial hybrid ecosystem. On the motivations side, the goal is to move away from the extractive and linear mindset to approach a set of redevelopment strategies that combine the extraction and replenishment of resources with a circular ambition. One of the critical cultural questions in our Western society is how to rebuild an economy with these replenishment-based motivations that provide better prospects for life for all.Today’s socioecological crisis is unprecedented. Humanity’s capacity for environmental transforma-tion has come to define a new geological era, named in 2000 as the Anthropocene, the era of men.4However, this definition mistakenly implies that all men -Anthropos- are equally responsible for climate change, despite some nations contribute far more than others. Understanding the real and propor-tional causes of this planetary transformation requires alternative and more precise names such as Thanatocene (or how violent conflicts contribute to global warming and loss of biodiversity), Phago-cene (the era of consumerism characterized by “programmed obsolescence”), Agnotocene (the era of the construction of ignorance and fear of climate change), Thermocene (the era of global warming), or Capitalocene (the era of capital, with a correlation between capital accumulation and deterioration of ecosystems) 5. In this context, it is important to remember, as citizens and designers, that naming and understanding the key drivers of this social and ecological crisis is paramount to any attempt at adaptation or remediation
El urbanismo postula reglas sobre cómo construir territorios urbanizados. Es un campo de conocimiento in-formado por las ciencias, las humanidades y las profesiones del diseño. Desde la arquitectura, el paisajismo y la ingeniería hasta la economía, la salud pública, la política, la ecología y la hidrología, todos los campos y disciplinas son relevantes en el entorno urbanizado. El urbanismo, el que comprende todas esas disciplinas, transforma el ecosistema natural en un ecosistema híbrido entre humano y natural1. Desde que Ildefons Cerdà acuñara el término urbanismo2, el campo se ha transformado en diferentes direcciones. Hoy existen distintos linajes y tipos de urbanismo3, y es un campo en evolución. Para hacer frente a la actual crisis social y ecológica, se necesitan dos cambios importantes en esta disciplina, que tienen que ver con las ‘herramien-tas disciplinares’ y las ‘motivaciones culturales’. En la cuestión disciplinar hay que recuperar la dimensión holística -con varios campos de conocimiento- e incorporar la mirada ecológica sistémica entendiendo la ciudad como ecosistema hibrido natural y artificial. Por el lado de las motivaciones, el objetivo es alejarse de la mentalidad extractiva y lineal para acercarse a un conjunto de estrategias de reurbanización que combinen la extracción y la reposición de recursos con ambición de circularidad. Una de las cuestiones culturales im-portantes de nuestra sociedad occidental es la de cómo reconstruir una economía con estas motivaciones basadas en el reabastecimiento que brinden mejores perspectivas de vida para todos.La crisis socio ecológica actual no tiene precedentes. La capacidad de la humanidad para la transformación ambiental ha llegado a definir una nueva era geológica, denominada en el año 2000 como el Antropoceno4, la era de los hombres. Sin embargo, esta definición implica erróneamente que todos los hombres - Anthropos- son igualmente responsables del cambio climático, a pesar de que algunas naciones contribuyen mucho más que otras. Comprender las causas reales y proporcionales de esta transformación planetaria requiere nombres alternativos y más precisos como el Thanatoceno (o cómo los conflictos violentos contribuyen al calentamiento global y la pérdida de biodiversidad), Phagoceno (la era del consumismo caracterizada por la “obsolescencia programada”), Agnotoceno (la era de la construcción de la ignorancia y el miedo al cambio climático), Thermoceno (la era del calentamiento global), o Capitaloceno (la era del capital, con una correla-ción entre acumulación de capital y deterioro de los ecosistemas) 5. En este contexto, es importante recordar, como ciudadanos y como diseñadores, que nombrar y conocer los impulsores clave de esta crisis social y ecológica es primordial para cualquier intento de adaptación o remediación. Idioma: Español DOI: 10.26754/OJS_ZARCH/ZARCH.2020154933 Año: 2021 Publicado en: ZARCH 15 (2021), 2-9 ISSN: 2341-0531 Factor impacto CITESCORE: 0.2 - Social Sciences (Q4) - Engineering (Q4)