Resumen: El 31 de diciembre de 2019, la sede de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en China fue informada de la aparición de casos de neumonía de etiología desconocida en la ciudad de Wuhan, y el tres de enero se notificaban 44 pacientes con esta patología1. Desde entonces, el brote de la enfermedad habría afectado a nivel mundial a más de 12 millones de personas y causado cerca de 600.000 muertes.
Este vertiginoso paso de brote localizado a pandemia ha obligado a los sistemas sanitarios a una rápida adaptación de sus recursos materiales y humanos, interrumpiendo la rutina de los servicios hospitalarios a nivel mundial. Los casos relacionados con COVID-19 han saturado los centros obligando a convertir las áreas quirúrgicas en una prolongación de las salas de hospitalización y atención a pacientes críticos. Los equipos quirúrgicos han sido testigos de cambios dramáticos en sus prácticas con una disminución de cirugías, siguiendo el consejo dado en marzo por las sociedades científicas de cancelar la cirugía electiva no oncológica3. Los planes de contingencia de la atención hospitalaria incluían el cese de la actividad quirúrgica inicialmente programada y, según el grado de ocupación por pacientes COVID del centro, toda la cirugía, excepto la indispensable (urgente). Una reciente publicación estimaba que el número de intervenciones canceladas debidas al COVID-19 sería de 28 millones... Idioma: Español DOI: 10.1016/j.ciresp.2020.07.016 Año: 2020 Publicado en: Cirugia Española 99, 1 (2020), 1-3 ISSN: 0009-739X Factor impacto JCR: 1.653 (2020) Categ. JCR: SURGERY rank: 157 / 212 = 0.741 (2020) - Q3 - T3 Factor impacto SCIMAGO: 0.254 - Surgery (Q3)