Abstract: El anarquismo desembarcó en España en noviembre de 1868 gracias a Giuseppe Fanelli, enviado por Bakunin para difundir “La Idea” con el objetivo de crear la sección española de la I Internacional. El ideal fue adoptado de buen gusto por parte de los obreros españoles y, en 1870, se organizarían bajo la Federación Regional Española de la AIT, dónde asumieron los principios bakuninistas. Algo que podemos considerar cómo excepcional, si entendemos cómo normalidad la tendencia afiliativa socialista por parte del proletariado. Ya en los primeros congresos, el anarquismo español dotó de una gran importancia al proyecto cultural, asumiéndolo como un elemento imprescindible en la revolución. Desde la llegada de Fanelli hasta el final de la Guerra Civil, los militantes libertarios volcaron todas sus energías en un frenético proyecto educativo y cultural con un marcado carácter transformador con el objetivo de devolver al pueblo la cultura que la burguesía y la religión les había negado.