Resumen: INTRODUCCIÓN: Las enfermeras conforman una cifra del 60% de los trabajadores de la salud y tienen una alta prevalencia en el síndrome de burnout por los cuidados continuados que proveen las 24 horas del día. Esta incidencia aumenta especialmente en servicios como la unidad de cuidados intensivos, debido al halo de tensión e incertidumbre que le rodea. Desde que se ha declarado la pandemia mundial por COVID-19, los factores de riesgo en el colectivo se han exacerbado provocado por el difícil escenario al que se tienen que enfrentar. DESARROLLO: Los síntomas que produce el burnout son muy variados, desde centrados en la actitud a emocionales, este síndrome se origina por un aumento de las demandas y su consiguiente agotamiento. Además, se desarrollan los factores de riesgo de una enfermera trabajando en una unidad de críticos de adultos y en situación de pandemia, siendo los más importantes la sobrecarga de trabajo, el miedo al contagio, el aislamiento social y la presencia de resiliencia y engagement.