Abstract: La patologías crónicas, que conllevan una carga de incurabilidad y degeneración, implican actitudes sociales muy negativas para quienes las sufren, que se añaden a los efectos negativos y objetivos. La epilepsia es un caso paradigmático que aún supone una carga de estigmatización, especialmente en el área sociolaboral en quienes la padecen. Los trabajos pioneros en España, de los años ochenta (Abad y colaboradores) y aportaciones más recientes, hacen pensar que el proceso estigmatizador social persiste. Me propongo valorar mediante encuestas algunos aspectos relacionados con la concepción social del paciente epiléptico así como de actitudes hacia éste, que pueden verse reflejadas en comportamientos sociales (como el rechazo o la autoprotección) y que a la vez generan estigma. De estas respuestas podremos deducir en que medida se pueden ver afectadas las relaciones sociales, familiares y laborales de los enfermos que la padecen y en qué medida ello ha variado desde los años ochenta.