Resumen: La Artritis Reumatoide es una enfermedad autoinmune que cursa con inflamación crónica de articulaciones y con afectación sistémica. Sin el tratamiento adecuado produce deterioro articular y orgánico, comprometiendo el pronóstico vital. El tratamiento se inicia con fármacos sintéticos convencionales (FAMEsc), especialmente con Metotrexato. Así, se pretende lograr la remisión de la enfermedad de forma precoz o, en su defecto, frenar la evolución y reducir síntomas. En caso de intolerancia o ausencia de respuesta a FAMEsc, se dispone de terapias biológicas y sintéticas dirigidas frente a Janus Quinasas, TNF, linfocitos T y B e Interleucinas, que complementan o sustituyen a la terapia convencional. Los inhibidores de las Janus Quinasas son los fármacos más novedosos. Han demostrado ser capaces de reducir la progresión de la respuesta inflamatoria, impidiendo la formación de Interleucinas por vía intracelular. Además de las terapias existentes, se están realizando ensayos clínicos para desarrollar nuevos fármacos potencialmente útiles en el futuro.