Resumen: Hoy en día la inseminación artificial es la técnica más empleada en la reproducción porcina. Para la preparación de dosis seminales se suele recurrir al uso de antibióticos con el fin de evitar el crecimiento bacteriano que podría producir una disminución de la calidad seminal y con ello de la fertilidad en la cerda. Sin embargo, el aumento de las resistencias microbianas ha promovido la búsqueda de diferentes alternativas como pueden ser la centrifugación coloidal, aceites esenciales, péptidos antimicrobianos o incluso otras bacterias que produzcan un efecto probiótico al limitar la proliferación de aquellas que son patógenas. A pesar de que estas alternativas se están empezando a utilizar en la producción porcina, todavía es necesario determinar si estas opciones van a ser capaces de preservar la calidad de las dosis seminales y de controlar el crecimiento microbiano en el modelo productivo actual.