Resumen: El envejecimiento provoca una serie de disfunciones en algunas capacidades cognitivas como en la memoria, la atención o en las funciones ejecutivas, entre otras. Ser el cuidador principal de una persona enferma puede producir un declive en la calidad de vida, causando una aceleración de dicho deterioro debido a la falta de tiempo para el autocuidado y la privación de ocupaciones como el tiempo libre y la carga a nivel física y mental. Este trabajo busca prevenir el posible deterioro cognitivo, el cual puede ser propio de la edad o causado por factores externos mediante una intervención multimodal a nivel físico y cognitivo hacia una persona cuidadora sin una enfermedad de tipo cognitivo adquirida. La intervención consta de cuatro sesiones de una duración aproximada de hora y cuarto, dos días a la semana. Se realizará una evaluación inicial antes de realizar el programa de intervención e inmediatamente, una vez terminado el programa, se llevará acabo otra evaluación para ver los efectos obtenidos. Las escalas utilizadas en ambas valoraciones van a ser las siguientes: la escala del cuidador (Zarit), el inventario de la depresión de Beck (BDS-II), el mini examen cognoscitivo de Lobo (MEC-35), el cuestionario internacional de la actividad física (IPAQ) y el listado de intereses. Para la obtención de más información acerca del usuario, se va a utilizar la entrevista histórica del desempeño ocupacional (OPHI-II). Al realizar la evaluación post-intervención se ha podido confirmar mejoría a nivel cognitivo, sobre todo, obteniendo una puntuación de 34 puntos sobre 35 en la escala MEC-35. La principal conclusión es que existe un resultado beneficioso en el uso de ambas técnicas sobre la cognición del usuario.