Resumen: La liberalización comercial, la caída en los costes del transporte, los avances tecnológicos, la proliferación de acuerdos comerciales y el desarrollo de las multinacionales han originado la fragmentación de los procesos productivos a lo largo del mundo. Desde comienzos de los años 80, se ha producido un importante incremento en el comercio de bienes y servicios intermedios, que atraviesan una y otra vez fronteras como “contenido importador de las exportaciones”. En este contexto, el valor bruto de las exportaciones deja de ser representativo del valor real del intercambio y es el comercio en valor añadido el verdaderamente representativo. En los últimos años se observa una ralentización de este proceso aunque las Cadenas Globales de Valor (CGV) siguen conformando el paradigma de la producción mundial. De hecho, la actual crisis sanitaria causada por la expansión del virus COVID-19 no ha tenido un gran impacto sobre las cadenas de suministro. Muchas han permanecido en funcionamiento e incluso algunas se han visto potenciadas. En este trabajo se realiza una valoración de la posición española en las cadenas de valor mundiales utilizando la nueva base de datos que proporciona la OCDE. Se analiza su evolución en las últimas dos décadas comparándola con otras economías europeas y mundiales y su sector industrial.