Resumen: Las alteraciones que afectan a los elementos implicados en la coagulación de la sangre son frecuentes en perros y gatos. Las coagulopatías no solo aparecen como sangrado excesivo, sino que también pueden cursar con la formación anormal de trombos que provoquen una oclusión vascular. Las causas son muy diversas, abarcan desde problemas genéticos en la codificación de proteínas hasta enfermedades de afección sistémica en las que la coagulopatía es secundaria. Los pacientes pueden estar sanos clínicamente, padecer síntomas leves como petequias o presentar una hemorragia que ponga en riesgo su vida. La existencia de muchas variables en estas enfermedades hace que su diagnóstico, tratamiento y estudio, en ocasiones, sea complicado. Este hecho se ve reforzado en las coagulopatías hereditarias, las cuales son de gran interés en la cría de algunas razas con predisposición genética, aunque en general el número de animales afectados es escaso. Entre las alteraciones de la coagulación en perros y gatos son frecuentes la trombocitopenia, la coagulación intravascular diseminada y las debidas a intoxicaciones. Muchas de las alteraciones hereditarias no se diagnostican, pero entre ellas predomina la hemofilia A. Para el tratamiento de pacientes con coagulopatía se debe administrar terapia de soporte y transfusiones en función de la deficiencia que padezca. En veterinaria se emplea el plasma fresco congelado. En medicina humana, las patologías de la coagulación están ampliamente estudiadas, lo cual permite tomar ventaja de sus avances y aplicarlos a la clínica de pequeños animales