Abstract: Tener unos suelos sanos es imprescindible para conseguir mitigar el cambio climático y para hacer frente a la creciente demanda de alimentos a la que nos enfrentamos. Por ello es necesario adoptar una serie de prácticas agrícolas que mejoren y conserven la calidad edáfica, haciendo que este estudio experimental se centre en unas parcelas de maíz que cuentan con diferentes tratamientos de siembra (convencional y directa) y de riego (a pie y con un ranger), además de tener una cobertura de mostaza no permanente. Se ha llevado a cabo dos muestreos, en febrero (al inicio del crecimiento de la mostaza) y mayo (poco antes de cosechar la mostaza), para hallar el índice de calidad del suelo en esos dos momentos en cada tratamiento. Posteriormente, se han comparado entre sí comprobando que la existencia de coberturas vegetales en los cultivos tiene un efecto positivo en la mejora de la calidad del suelo y que el mejor tratamiento de los estudiados es el de la Siembra Directa.