Resumen: Hasta hace menos de cien años los partos se seguían atendiendo en los domicilios de las familias. Con el comienzo de la medicalización, éstos se trasladaron a los hospitales, hasta el día de hoy, en el que dar a luz en casa es percibido como una irracionalidad y un aumento de las posibles complicaciones. Esta institucionalización y excesiva medicalización del parto ha llevado a las madres a plantearse dar a luz en casa, dónde se van a sentir más respetadas. Esto se ha visto acrecentado durante la pandemia de la COVID-19, ya que muchas mujeres han tenido que dar a luz sin acompañante o han sido separadas de sus bebés tras su nacimiento.