Resumen: La intoxicación de las aves necrófagas por diclofenaco supuso el declive de grandes poblaciones de buitres en el continente asiático, pero la exposición a los medicamentos de uso veterinario abarca una gran variedad de fármacos entre los que se incluyen otros AINEs, barbitúricos, antiparasitarios externos y antibióticos. El consumo de cadáveres de animales previamente tratados supone la principal vía de exposición de los buitres, carroñeros estrictos, a los fármacos previamente citados, por lo que la detección de intoxicaciones de esta tipología son indicativas de una inadecuada gestión de los medicamentos de uso veterinario y/o de la alimentación suplementaria. Estudios recientes en España han demostrado la presencia de antimicrobianos en el plasma de buitres, tanto en juveniles como en adultos, así como la detección de antiparasitarios externos en contenido gástrico y en muestras de cadáveres. Por otra parte, en la última década se han notificado casos de mortalidad en buitres por intoxicación aguda tras la exposición a diclofenaco, flunixino y pentobarbital, aunque la incidencia del primero ha sido mucho menor a las estimaciones de riesgo elaboradas tras su autorización en 2013. Sería necesaria una mayor investigación acerca de los efectos tóxicos a largo plazo de la exposición crónica a los cuatro grupos de fármacos anteriormente citados, especialmente respecto a los antiparasitarios externos y los antibióticos, priorizando sus consecuencias en las poblaciones de alimoche y quebrantahuesos, las menos numerosas. Además, debería profundizarse en las posibles implicaciones para la salud global de la presencia de microorganismos resistentes a antibióticos en los buitres.