Resumen: Cuando como editores invitados pensamos en el tema para esta nueva entrega de la revista Dearq, comenzamos inmediatamente un diálogo —de hecho, un diálogo mantenido entre nosotros desde hace muchos años— en el que cada uno aludía a sus obsesiones o a sus intereses más o menos profundos en relación con la arquitectura y sus saberes asociados. Y en lo que inevitablemente coincidíamos, era en la necesidad de superar la condición actual de la disciplina. Una cierta medianía —acaso la más rotunda mediocridad— derivada de la aplicación indiscriminada y poco sensible de los postulados de una modernidad bostezante y ya anciana. De alguna forma, nuestros encuentros dialécticos nos conducían al replanteamiento de unos principios cuyos resultados no nos convencían. Podría hablarse del desbordamiento del statu quo de la arquitectura que, no obstante, alcanzó a muchas otras disciplinas e incluso a la condición humana de este principio —ya no tan principio— del siglo XXI. Pero para superar este disgusto se hacía necesario explorar más allá de los límites de nuestro trabajo. Emprender un camino por campos ignotos, salir de nuestra zona de confort para adentrarnos por territorios apenas hollados, tierras vírgenes para nuestra cultura. Así, la única condición de este viaje consistía en traspasar el (o los) límites(s) de lo conocido. Buscar más allá del radar. Idioma: Español DOI: 10.18389/dearq37.2023.08 Año: 2023 Publicado en: Dearquitectura 37 (2023), 80-86 ISSN: 2011-3188 Factor impacto CITESCORE: 0.4 - Architecture (Q3) - Urban Studies (Q4) - Geography, Planning and Development (Q4)