Resumen: Es bueno ver. La vista siempre ha sido mi sentido favorito. Me permite satisfacer mi incesante curiosidad por el mundo, observar, absorber el mundo, cargar mi imaginación de imágenes, colores, formas. Incluso siento placer físico cuando trato con la belleza. En 2019, un tercio de mi campo de visión desapareció irreversiblemente. Originalmente, las máscaras presentadas en la exposición no fueron un acto creativo , pero mi experiencia personal y mi sensibilidad ven en ellas la belleza de la ciencia, de la vida, de la existencia. Realizadas individualmente para personas sometidas a radiación, proporcionan una huella tridimensional en el momento del inicio del tratamiento. Son impresiones de emociones que uno siente mientras permanece inmóvil, atornillado a la mesa, esperando una dosis de radiación. Esperanza, miedo, tristeza, alegría, ansiedad, terror, empoderamiento, coraje, fuerza, pequeñez, fascinación, incomprensión, pena, pérdida, soledad. Por su forma, recuerdan a las máscaras mortuorias, pero para mí son máscaras de la voluntad de vivir.