Resumen: Acercarnos al riesgo real de sufrir enfermedad cardiovascular en el futuro es de gran ayuda para la medicina preventiva. Las investigaciones y los avances que se llevan a cabo en este campo son de extraordinaria importancia, porque a partir de la evaluación del riesgo se realizan las medidas terapéuticas adecuadas y proporcionadas al paciente. Aunque desde el punto de vista matemático y teórico al realizar un índice se pierde parte de la información aportada por el numerador y el denominador, estos han sido y son muy utilizados en medicina. Desde la publicación del denominado índice de Castelli, numerosos ratios de lípidos o “índices aterogénicos” se han introducido para intentar aumentar la capacidad predictiva de las mediciones de lípidos y apolipoproteínas: TC/C-HDL, LDL-C/C-HDL, C-NO-HDL (TC menos C- HDL), C-no HDL/C-HDL, Apo A-I/ Apo B-100. Todos ellos, en algún estudio, parecen ser buenos predictores de enfermedad cardiovascular (ECV). El índice aterogénico del plasma (AIP), calculado según la fórmula, log(TG/HDL-C)3, refleja la relación entre lipoproteínas protectoras y proaterogénicas y destaca como fuerte predictor de arteriosclerosis y enfermedad coronaria... Idioma: Español DOI: 10.1016/j.arteri.2024.01.001 Año: 2024 Publicado en: Clinica e Investigacion en Arteriosclerosis 36, 1 (2024), 33-34 ISSN: 0214-9168 Tipo y forma: (Versión definitiva) Área (Departamento): Area Medicina (Dpto. Medicina, Psiqu. y Derm.)