Resumen: La leishmaniosis es una enfermedad zoonótica y endémica en España. Se trata de una enfermedad granulomatosa crónica, cuyo agente etiológico es Leishmania infantum que se transmite a través de la picadura de flebotomos, siendo más susceptible la especie canina que es considerada el primer reservorio. Entre las enfermedades vectoriales de la cuenca mediterránea, la leishmaniosis es, sin lugar a duda, la más frecuente y objeto diario de consultas veterinarias en la clínica de animales de compañía. Por eso es necesaria una actualización constante de los conocimientos de esta enfermedad; ya que, además de ser zoonótica, tiene una amplia distribución mundial, su sintomatología es variable y cuenta con una gran diversidad en sus formas de presentación, siendo las más comunes la leishmaniosis cutánea y la visceral. Las enfermedades cutáneas representan del 15 al 25% de las consultas dermatológicas veterinaria, por ello es importante conocer las formas cutáneas asociadas a la leishmaniosis para poder incluirlas en los diagnósticos diferenciales de las dermopatías. Las manifestaciones cutáneas más frecuentes que puede presentar la leishmaniosis son la dermatitis exfoliativa, la dermatitis ulcerativa, las alteraciones ungueales (onicogriposis), la dermatitis nodular, las dermatitis pápulas-pustulosas, dermatitis alopécica, dermatopatía isquémica e hiperqueratosis nasoplantar. La evolución de la enfermedad dependerá de la virulencia del parásito, de la dosis inoculada por el vector, de la respuesta inmunitaria y de la predisposición genética del hospedador. Este trabajo de fin de grado trata de desarrollar las distintas manifestaciones cutáneas de la leishmaniosis canina, teniendo en cuenta los distintos métodos de diagnósticos directos (citología/histología, biopsias cutáneas, punciones cutáneas), moleculares (reacción en la cadena de polimerasa) y serológicos (inmunofluorescencia indirecta o ensayo por inmunoadsorción ligado a enzimas). En cuanto a las posibles opciones terapéuticas, después de la revisión realizada, se ha llegado a la conclusión de que una combinación de sales antimoniales con alopurinol parece ser la terapia más eficaz en la fase clínica.