Resumen: La reforma laboral de 2012, aprobada por la Ley 3/2012, de 6 de julio, de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo, junto con otras normas posteriores como el RDL 16/2013, de 20 de diciembre, de medidas para favorecer la contratación estable y mejorar la empleabilidad de los trabajadores, constituyen un conjunto de acciones y medidas adoptadas por los poderes públicos que tienen como objetivo final, la lucha contra el desempleo. En el propio preámbulo de la Ley 3/2012 se describe la grave situación económica española, que ha puesto en evidencia la insostenibilidad del modelo laboral español, y que a su vez, sirve de justificación para llevar a cabo una reforma de envergadura, reclamada también por las instituciones económicas europeas y mundiales. En el presente trabajo se analizan los cambios introducidos por la Reforma Laboral, centrándonos en el grupo de medidas directamente relacionadas con la contratación, para favorecer la empleabilidad de los trabajadores y fomentar la contratación indefinida y otras formas de trabajo a jóvenes. Se abordará en profundidad: la nueva modalidad de contrato para la formación y el aprendizaje, el nuevo modelo contrato por tiempo indefinido de apoyo a emprendedores y ia nueva regulación del trabajo a tiempo parcial y del trabajo a distancia. Al cumplirse dos años desde su publicación, debemos reconocer que la reforma ha logrado, cuanto menos, una menor destrucción de empleo. Sin embargo, España continúa anclada en altas tasas de desempleo y sin indicios claros de que se pueda producir una recuperación rápida. Abordar el legado que la crisis ha dejado en el mercado de trabajo debe ser objetivo prioritario de la ya anunciada nueva reforma laboral.