Abstract: La parada cardiorrespiratoria es una situación sanitaria problemática que lleva asociada una alta mortalidad pero son sus consecuencias neurológicas las que han obligado a buscar alternativas para mejorar la recuperación funcional de los pacientes. La optimización de las maniobras de reanimación y la aparición de la denominada cadena de supervivencia han aumentado la tasa de individuos que recuperan la circulación espontánea. El último eslabón corresponde a los cuidados postresucitación, entre los cuales se incluye la hipotermia inducida o terapéutica. Varios ensayos clínicos demostraron que el descenso controlado de la temperatura corporal a 32-34ºC durante 12-24 horas en individuos inconscientes tras una parada cardíaca mejoraba los daños neurológicos y disminuía la mortalidad. No obstante, en la actualidad, las distintas sociedades científicas buscan fomentar un entrenamiento profesional y crear protocolos de actuación, ya que aun existen interrogantes sin resolver y la escasa familiarización con la metodología de actuación por parte del personal sanitario especializado obstaculiza la implantación de la técnica en las unidades de cuidados intensivos.