Resumen: La danza en el imaginario medieval tuvo un carácter ambiguo con connotaciones que transitan entre lo moral, lo lúdico, y lo pecaminoso o incluso lo sanador. Tiene un componente religioso y ritual, pero no sólo, también político, social y subversivo, que la dota de una importancia mayúscula en el estudio de la sociedad y cultura del medievo. En este trabajo se estudiará la danza pleno y bajomedieval de la península ibérica, especialmente en los territorios de la Corona de Aragón, para ver la evolución de unas mismas estructuras coreográficas que se representaban en todos los ámbitos religiosos y culturales. La danza va a ser analizada como un crisol común de todos los estamentos sociales, presente en contextos urbanos, pero también rurales, cortesanos y eclesiales, donde cobra una especial relevancia por su realidad social y conceptual la mujer. Finalmente, se trazarán líneas evolutivas con tradiciones performativas que, aunque no naciesen estrictamente en la Edad Media, tienen claros componentes lúdicos medievales.