Resumen: Las políticas de austeridad están protagonizando la fase más aguda de la crisis financiera tanto en España como en el resto de Europa. En los discursos públicos o durante las ruedas de prensa de los representantes políticos y de gobierno nos quedamos con la misma pregunta que a menudo viene amplificada por los medios de comunicación: “¿El Estado de bienestar es un lujo que nos podemos permitir en los tiempos actuales?”. Una pregunta así se podría entender como una invitación a reflexionar sobre los efectos sociales de la grave crisis que estamos atravesando, pero también es posible interpretarla como una dura provocación. Por un lado, teniendo en cuenta la coyuntura de inestabilidad estructural inaugurada en 2008, se llama la atención sobre la sostenibilidad económica del modelo societario que ha caracterizado las últimas décadas de nuestra vida y se plantea renunciar a ella en búsqueda de un modelo alternativo que sea más conveniente. Por el otro, se define al Estado de bienestar en términos sesgados y parciales. Se prescinde así de cualquier referencia a los logros que hasta la fecha han sido conseguidos por los sistemas públicos de protección y de seguridad social a través del reconocimiento de unos derechos básicos de ciudadanía y de la apuesta (e inversión) para intervenciones políticas dirigidas al mantenimiento de la integración y de la cohesión social. Idioma: Español Año: 2013 Publicado en: Revista española de ciencia política 33 (2013), 157-160 ISSN: 1575-6548 Tipo y forma: (Versión definitiva) Área (Departamento): Área Sociología (Dpto. Psicología y Sociología)