Comparación de las dos técnicas anestésicas empleadas en nuestro centro para cirugía intracraneal con paciente despierto

Ladrero Paños, Ignacio
Gómez Gómez, Roberto (dir.)

Universidad de Zaragoza, 2024


Resumen: 1. INTRODUCCIÓN
Según la Sociedad Española de Oncología Médica, los tumores primarios del sistema nervioso central (SNC) representan un 2% del total de los cánceres en el adulto y hasta casi un 15% en los niños menores de 15 años. Esto indica que es son un tipo de tumores poco frecuentes, siendo más frecuentes en hombres que en mujeres. La Sociedad Americana de Oncología Clínica afirma que más de la mitad son de origen gliomatoso y en torno al 66% suelen ser malignos. Estos tumores representan el 2,5% de las muertes por cáncer, lo que constituye la tercera causa de fallecimiento en edades comprendidas entre los 15 y 34 años. En cuanto al tipo histológico los más frecuentes son los gliomas. Los tumores cerebrales en el adulto predominan en el espacio supratentorial con localización hemisférica, principalmente en los lóbulos frontales y temporales.
Las manifestaciones clínicas producidas por un tumor primario del SNC se pueden dividir principalmente en dos grupos: síntomas focales y síntomas generalizados. Los síntomas focales se relacionan con la localización, el edema cerebral adyacente, la extensión y la lesión del tejido normal causada por la infiltración tumoral. Los síntomas generalizados están relacionados con el aumento de la presión intracraneal y son cefalea, náuseas, vómitos, papiledema y crisis convulsivas.
El proceso diagnóstico de los tumores del SNC se basa en la combinación de la sospecha clínica y la realización de pruebas de neuroimagen, las cuales ofrecen una información fundamental sobre la posible etiología y la planificación preoperatoria. Las principales pruebas de imagen utilizadas son la tomografía computarizada, la resonancia magnética, la tomografía por emisión de positrones y la tomografía computarizada de emisión de monofotones.
La cirugía intracraneal en paciente despierto con mapeo cerebral está considerada el gold standard para la exéresis de tumores localizados o cercanos a las áreas elocuentes del cerebro. En comparación con la craneotomía bajo anestesia general, la craneotomía en paciente despierto puede proporcionar una resección tumoral más amplia, evitando déficits neurológicos posoperatorios. La craneotomía en paciente despierto presenta ciertas ventajas respecto a la anestesia general. Entre estas destaca una menor incidencia de alteraciones hemodinámicas, fisiológicas y de náuseas y vómitos posoperatorios, evitar complicaciones asociadas a la ventilación mecánica y la reducción de la estancia hospitalaria disminuyendo de esta forma el riesgo de complicaciones que de ella se derivan (trombosis venosa profunda, infecciones nosocomiales, riesgo de delirium, etc.).
El mapeo de estimulación intraoperatoria, también llamado mapeo cortical, permite la identificación precisa y en tiempo real de las áreas elocuentes corticales y subcorticales, así como los focos epilépticos relacionados con el tumor. Este mapeo se puede realizar con el paciente despierto o bajo una anestesia general para identificar las cortezas sensoriales y motoras y los tractos corticoespinales.
La craneotomía en pacientes despiertos sigue siendo un reto para el anestesiólogo ya que se precisa una cooperación activa y prolongada del paciente durante la intervención quirúrgica. El mantenimiento de estado de vigilia junto a la necesidad de una vigilancia prolongada del paciente tiene un precio, ya que el paciente está expuesto a una gran variedad de factores estresantes. El uso combinado de fármacos sedantes y técnicas de anestesia locorregional permiten la realización de este tipo de cirugías. Entre las técnicas anestésicas realizadas se encuentran las técnicas ¿dormido-despierto-dormido¿, una variante de esta que es la técnica ¿dormido-despierto¿ (DD) y la ¿monitorización anestésica controlada¿ (MAC). La técnica DDD es la más antigua y se realiza una anestesia general, ya sea mediante intubación orotraqueal o mascarilla laríngea (LM), antes y después de la realización del mapeo cortical. La técnica MAC, también llamada sedación consciente, consiste en una sedación ligera que permite la ejecución de órdenes, el control del dolor y de la ansiedad del paciente sin dispositivos en la vía aérea. En la actualidad, no existe consenso acerca de cuál es la técnica que proporciona un mejor manejo anestésico, considerándose seguras y efectivas tanto la DDD como la MAC.
En el Hospital Universitario Miguel Servet (HUMS) se realizan entre 6 y 16 cirugías intracraneales con paciente despierto anuales. El amplio volumen de pacientes intervenidos y la complejidad de este proceso hacen que sea muy conveniente la evaluación continua de los resultados. Esta evaluación afecta prioritariamente a los principales servicios implicados, los cuales son el servicio de Anestesiología y Reanimación y el servicio de Neurocirugía. Este estudio se ha realizado en colaboración con distintos servicios: Sección de Anestesiología del Centro de Traumatología, Rehabilitación y Quemados, Servicio de Neurocirugía, Servicio de Psicología Clínica y Servicio de Neurofisiología. La finalidad de este trabajo es describir las diferentes técnicas anestésicas empleadas, así como los resultados y complicaciones encontrados en pacientes sometidos a dicha intervención durante los últimos diez años en el HUMS.
El objetivo principal es contrastar las dos técnicas de manejo anestésico para cirugía intracraneal con paciente despierto empleadas en nuestro centro. Los objetivos secundarios son valorar si la técnica cuidados anestésicos monitorizados es superior a la técnica dormido-despierto (ambas empleadas en nuestro centro) en términos de duración de cirugía y estancia en la unidad de cuidados intensivos (UCI) y hospitalaria. Confirmar que la realización de cirugía intracraneal en paciente despierto se puede llevar a cabo de manera segura con diversas técnicas de manejo anestésico, permitiendo optimizar los resultados de la cirugía. Describir las diversas complicaciones ya sean cardiovasculares, respiratorias o neurológicas encontradas durante el procedimiento y tras el mismo en nuestros pacientes intervenidos.
2. METODOLOGÍA
La investigación se inició tras la obtención del dictamen favorable al proyecto de investigación por parte del Comité de Ética de la Investigación de la Comunidad Autónoma de Aragón obtenido en la reunión del día 03/05/2023, en el Acta Nº 09/2023 y número de referencia C.I. EPA23/030. Se realizó un estudio observacional, retrospectivo, descriptivo y unicéntrico. Se solicitó la autorización para la revisión de historias clínicas por parte de la dirección médica del hospital (anexo 3). La muestra del estudio consistió en todos los pacientes mayores de 18 años sometidos a cirugía intracraneal mediante craneotomía en paciente despierto entre el 1 de enero de 2013 y el 31 de diciembre de 2022 en el HUMS. Se intervinieron un total de 79 pacientes y las técnicas anestésicas fueron DD y MAC. Ambas técnicas incluían un bloqueo del cuero cabelludo (BCC), siguiendo la práctica clínica y patrón habitual de actuación en el HUMS. Todos los pacientes fueron intervenidos por un único equipo y liderados por el mismo neurocirujano, el cual estuvo presente en todas las intervenciones. Del mismo modo, todas las anestesias fueron realizadas por un reducido grupo de anestesiólogos especializados en neurocirugía y específicamente en este tipo de intervención quirúrgica.
La recogida de datos se realizó a través de la revisión de las historias clínicas de los pacientes que cumplieron los criterios de inclusión y se registraron en una hoja de cálculo en fichero Excel® diseñada para el estudio (Microsoft 365, Microsoft Corporation, Washington, Estados Unidos). Se incluyeron datos básicos de los pacientes, datos clínicos, datos analíticos, datos anestésicos y datos relativos al procedimiento quirúrgico, complicaciones, etc., los cuales fueron evaluados y analizados con posterioridad.
Las variables recogen los datos demográficos de nuestra muestra, los datos relativos al tumor cerebral, al manejo anestésico, a las complicaciones durante y tras el procedimiento, al nivel hemodinámico, respiratorio y neurológico, a los resultados quirúrgicos y a la estancia hospitalaria y en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Esta información se reflejó en una hoja de cálculo diseñada para el estudio y se obtuvieron de la información presente en la historia clínica del paciente tras haber obtenido la autorización para el acceso a las mismas desde el servicio documentación clínica del hospital.
El análisis estadístico se llevó a cabo con el programa SPSS® versión 25.0 (IMB Inc., Armonk, New York). Las variables cualitativas se describieron mediante la distribución de frecuencias de los porcentajes de cada categoría. En las variables cuantitativas se utilizaron indicadores de tendencia central (media o mediana) y de dispersión (desviación estándar o rango intercuartílico), dependiendo de si seguían una distribución normal o no determinada mediante la prueba de Kolmogorov-Smirnov. Para su representación gráfica se emplearon gráficos de barras y de sectores. Para determinar la asociación entre dos variables cualitativas se realizaron tablas de contingencia y se aplicó la prueba estadística de Chi cuadrado de Pearson y la prueba exacta de Fisher cuando fue necesaria. Para comparar una variable cualitativa dicotómica con otra cuantitativa se realizó la prueba T de Student para muestras independientes. Se valoró el efecto mediante la diferencia de medias y se calculó el intervalo de confianza del 95%. Para las variables cuantitativas que no siguieron una distribución normal se empleó la prueba U de Mann-Whitney y la medida del efecto se valoró mediante la diferencia de las medianas). Se consideró significación estadística la obtención de un valor ¿p¿ < 0,05.
3. RESULTADOS y DISCUSIÓN
La edad media de los participantes estuvo en torno a la quinta década de la vida como también ocurre en el estudio de Keifer. Al igual que Hervey y Sacko, la mayor parte de nuestros pacientes presentaban un ASA II. De forma similar a Shafiq, en nuestros pacientes las comorbilidades más frecuentemente observadas fueron hipertensión arterial (HTA), déficit cognitivo preoperatorio y antecedentes de crisis comiciales. En el estudio de Conte, más de la mitad de los pacientes que se intervinieron presentaron antecedentes de crisis comiciales y se encontraban en tratamiento por fármaco antiepilépticos (FAE). Este dato concuerda con nuestros resultados, observando una prevalencia de casi el 50% de antecedentes de crisis comiciales prequirúrgicas en ambos grupos. Del mismo modo, más del 60% de los pacientes de ambos grupos tomaban algún FAE. El déficit neurológico preoperatorio que presentó mayor incidencia en los pacientes fue la afasia motora seguida de la afasia mixta. Ambas se pudieron observar en más de la mitad de los pacientes del grupo DD y en más del 37% de los pacientes del grupo despierto-total. El segundo tipo de tumor más frecuente fue el oligodendroglioma grado II, seguido del astrocitoma grado III y las metástasis. La mayoría de los tumores se localizaron en la zona izquierda del cerebro y la ubicación en la que se observó más veces fue la zona temporal izquierda seguida de la zona frontal ipsilateral.
En cuanto al manejo de la vía aérea durante la anestesia general, algunos autores defienden que la LM es la mejor opción porque que evita los riesgos de sobresedación e HTA. Esta afirmación concuerda con nuestros datos ya que el dispositivo para manejar la vía aérea más utilizado en el grupo DD fue la LM, alcanzando el 89% de los casos. Al igual que múltiples autores, a nuestros pacientes se les canalizó un acceso vascular periférico de grueso calibre y se les realizó una monitorización estándar consistente en la saturación periférica de oxígeno (SpO2), la electrocardiografía y la medición de la presión arterial invasiva. A diferencia de los resultados obtenidos por Gupta quien obtuvo un tiempo quirúrgico superior en el grupo MAC, en nuestro estudio se observó una leve disminución de la duración del acto anestésico y quirúrgico en el grupo MAC, aunque no se obtuvieron diferencias estadísticamente significativas.
Algunas de las complicaciones descritas en la literatura son los episodios intraoperatorios de HTA, hipotensión, taquicardia y la reconversión a anestesia general. Eseonu, al igual que en nuestro estudio, no observó diferencias en la presencia de complicaciones como HTA, convulsiones o conversión a anestesia general. Sin embargo, en nuestro estudio se encontraron diferencias estadísticamente significativas en el aumento de la frecuencia cardiaca, hallazgo compartido con Dilmen. Una complicación detectada por otros autores es la desaturación, definida por una SpO2 inferior al 90%.133 En nuestro estudio se observó este incidente en el 12,8% de los pacientes del grupo DD y ninguno en el grupo MAC, encontrando diferencias estadísticamente significativas. En los diferentes estudios el BCC se realizó con anestésicos locales similares a los utilizados en nuestra muestra de pacientes (levobupivacaína 0,5%, bupivacaína al 0,25% con adrenalina y mepivacaína) y en similares puntos diana (nervios aurículotemporal, cigomaticotemporal, supraorbitario, supratroclear y occipital menor y mayor). Sin embargo, y a diferencia de Lee, entre nuestros pacientes no se documentó ningún episodio de crisis comicial tras la realización del BCC.
Varios estudios han informado que la craneotomía en paciente despierto presenta una duración más corta de la estancia en UCI y hospitalaria en comparación con la anestesia general. En nuestro estudio no encontramos diferencias entre ambos grupos en cuanto al tiempo medio de estancia en UCI y en el hospital. Esta discrepancia ha podido ser debida a que en el grupo MAC hubo cuatro pacientes que permanecieron ingresados más de 15 días debido a la presencia de distintas complicaciones: alteraciones del lenguaje en el intraoperatorio que obligó a suspender la cirugía, empeoramiento de la hemiplejia existente durante el posoperatorio, isquemia aguda del lecho quirúrgico a las 72 horas de la intervención con hemiplejia y afasia, y aparición de hemiparesia braquial con parálisis facial y afasia motora de aparición brusca que persistió en la UCI, donde se le añadió un componente sensitivo).
4. CONCLUSIONES
Ambas técnicas anestésicas han demostrado ser seguras y fiables para el manejo de pacientes despiertos sometidos a una craneotomía.
La técnica MAC demuestra una reducción del tiempo anestésico y quirúrgico (19 y 15 min respectivamente) en comparación con la técnica DD, sin conseguir diferencias estadísticamente significativas. Ambas técnicas son similares en la duración de la estancia en UCI y hospitalaria.
Las dos técnicas anestésicas empleadas no se diferencian en los resultados de la amplitud de la resección tumoral y de las complicaciones neurológicas posoperatorias.
La técnica MAC ha presentado una menor necesidad de utilización de dispositivos avanzados en el manejo de la vía aérea junto una menor incidencia de complicaciones en la misma y necesidad de reconversión a una anestesia general. También ha demostrado una menor incidencia de complicaciones hemodinámicas intraoperatorias, tales como hipo e HTA, taquicardias y desaturaciones.


Resumen (otro idioma): 

Pal. clave: anestesiología ; anestesiología quirúrgica ; neurocirugía ; oncología

Titulación: Programa de Doctorado en Medicina
Plan(es): Plan 497

Área de conocimiento: Ciencias de la Salud
Nota: Presentado: 18 12 2024
Nota: Tesis-Univ. Zaragoza, , 2024






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 Registro creado el 2025-03-21, última modificación el 2025-03-21


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