Resumen: En los últimos años con la expansión de las redes sociales se han intensificado los estándares de belleza, llevando a los adolescentes a adoptar conductas alimentarias de riesgo y en ciertos casos, pudiendo desarrollar trastornos de la conducta alimentaria. Este trastorno implica una restricción extrema de la ingesta de alimentos y una distorsión exagerada del propio cuerpo, pudiendo provocar graves consecuencias. Por ello es crucial enfatizar en la importancia de la educación para la salud brindando a los jóvenes las herramientas necesarias para que tengan una relación saludable con la comida y con su imagen corporal, fomentando la autoaceptación y la confianza en sí mismos.